CON 35 AÑOS Y SIN SABER QUÉ HACER CON MI VIDA
Recuerdo cuando cumplí 35. Una situación personal desbordó mi vida... Algo que ahora a día de hoy agradezco, pero hace 7 años fue un palo enorme.
En el ámbito profesional había trabajado mucho. Demasiado diría yo. Hasta me tiré 6 años compaginando dos trabajos que no me dejaban tener días libres, no me dejaban planificar nada y me consumían... pero ahí estuve... ¿Por qué? Pues por miedo a fracasar o a lo que los demás pensaran de mí.
A parte de la hipoteca que tenía que pagar... Y si, éramos dos personas en casa... si, pero tenía un lastre al lado.... no una persona. Pero bueno, esto último lo sé hoy. En aquellos momentos no lo sabía o no lo quería saber.
Y me sentí atrapada y sin salia. Me empecé a hacer preguntas... Claro, para hacerme estas preguntas previamente me había formado en todo lo relacionado con el desarrollo personal y me decía a mí misma: "¿Es esto todo lo que hay? ¿Es este el camino que quiero seguir?"
Me levantaba cada mañana sin ganas, enfrentándome a un trabajo que no me gustaba, pero que pagaba las facturas. Me sentía como si estuviera en un pozo sin salida. Estaba estancada. Y mucho. Demasiado Tenía la sensación de que había echado a la basura mis años de esfuerzo. Ganaba lo justo para vivir, pero la insatisfacción y el vacío eran enormes.
Durante esa época empecé a hacerme preguntas incómodas sobre mi vida y mi carrera. Me di cuenta de que, a pesar de los logros (aunque en esos momentos sentía que no lo eran) y la estabilidad económica (que tampoco era mucha), me sentía vacía. "¿Dónde está la pasión? ¿Dónde está la satisfacción?"
Las redes sociales empeoraban la situación, mostrándome versiones perfectas de la vida de los demás. Me comparaba constantemente y eso solo aumentaba mi frustración.
Me di cuenta de que no era la única que se sentía así. Según estudios, el 60% de los trabajadores en España sienten que el estrés laboral impacta negativamente su salud, y más del 50% no encuentran sentido en su trabajo diario. Era parte de esa estadística y necesitaba cambiar algo. ¡YO NO QUERÍA VIVIR ASÍ!
Y empecé a buscar mi Cambio
Después de unas vacaciones, volví de otra manera. Quería mantener la paz y la claridad que había ganado durante ese tiempo, pero sabía que necesitaba hacer cambios significativos en mi vida.
¿Qué me planteé y cambié?
Todo esto me voló la cabeza, pero antes tuve un gran período de soledad, de autoconocimiento, reflexión y saber estar sola y ser independiente. Pero tampoco quería quedarme ahí...
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Mi nuevo camino
Recordé que la vida no es una línea recta. Todos enfrentamos desafíos y momentos de incertidumbre. La clave está en cómo respondemos a esos desafíos. A los 35 años, utilicé esta crisis como una oportunidad para reinventarme, redescubrir mis pasiones y construir una vida que me llenara de satisfacción y propósito.
Transformé un problema en una oportunidad. A través del desarrollo personal y profesional de la mano de los mejores en este campo cambié mi vida. Pero para eso primero me cambié yo por dentro.
¡Fíjate! Que al principio quería cambiar todo en mi vida sin cambiarme yo. ¿Cómo iba a hacer eso?
Ahora lo sé y es en lo que quiero ayudar a muchas personas. Para cambiar lo de fuera, primero tienes que cambiarte tú. Y si no haces esto, no hay cambio. ¡Y es así!
Mi Promesa para Ti
Hoy, estoy en paz y ayudando ya a muchas personas a sentirse así, en paz, tanto a nivel profesional como personal. Yo necesité una crisis personal para dar un giro a lo profesional y darme cuenta que estaba perdiendo el tiempo haciendo todo el día cosas que no me gustaban por un salario que apenas me daba para cubrir gastos. Y me estaba conformando... y no lo veía...
Hoy gracias a formaciones, experiencias, titulaciones... y lo más importante, incluir cambios que me daban miedo en mi vida y en mi día a día, he conseguido ser feliz en todos mis ámbitos.
Cuando comienzas un nuevo camino, parece que todo poco a poco se va uniendo y el puzzle se va cerrando. No es casualidad ni suerte. Tú has hecho ese cambio. Pero claro, tienes que trabajar en ello. O mejor dicho, tienes que trabajar en ti.
Como asesora de bienestar laboral y emocional, te acompaño en ese camino de transformación. Porque para tener un buen trabajo y un buen sueldo no hay que estar agobiado, sin tiempo y enfadado todo el rato contigo y con la vida.
Te quiero ayudar.
Recuerda, nunca es tarde para empezar de nuevo y encontrar el camino hacia la felicidad y la realización personal.
Un abrazo,
Estefanía.