Con la claridad que caracteriza a J. Garriga comparte este escrito maravilloso!
Con la claridad que caracteriza a J. Garriga comparte este escrito maravilloso!
Al desarrollarnos, las personas aprendemos la borrosidad de nuestros conceptos sobre el bien y el mal, y nos volvemos más relativos y flexibles. La grandeza humana y la verdadera compasión no vienen de sentirnos buenos, sino de sabernos malos e imperfectos y amarnos y amar con ello. Es a través de lo imperfecto como nos igualamos con los demás. Por el contrario, quienes se sienten mejores o más justos que los demás siembran como consecuencia inevitable una cierta violencia. En el fondo, todo maltrato interpersonal crece de una semilla muy simple: alguien que en su fuero interno o externo dice «soy mejor o peor que tú». El escenario en el que fermenta la violencia requiere bailar una danza en la que unos interpretan el papel de perseguidores (soy mejor que tú), otros el de víctimas (soy peor que tú) y otros el de supuestos salvadores (soy mejor que ambos). Juegos que sólo desembocan en sufrimiento.