Conexión Personal en un Mundo Digital

Conexión Personal en un Mundo Digital

Existe un amplio camino entra la era industrial caracterizada por la máquina de vapor y la presente caracterizada por la utilización y consumo de servicios y recursos digitales, que si bien abundantes son cada vez menos físicos, presenciales o tangibles.

Sin duda, entre muchos otros beneficios, esta era digital que hoy transitamos nos plantea un mundo en el que todo está a nuestro alcance pero también nos muestra un escenario no muy optimista en términos de relacionamiento.

El número de usuarios de aplicaciones de mensajería va en aumento, pero paradójicamente se prefiere el envío de mensajes de voz a los de texto. Es más, algunos estudios afirman la “eficacia” de los chatbots por encima de los humanos al momento de vender. En cualquier caso, las llamadas telefónicas son cada vez menos una opción.

Contamos con redes sociales que nos permiten registrar a miles de individuos en nuestro perfil (30,000 en el caso de LinkedIn), pero tenemos contacto cercano y personal con una cantidad ínfimamente menor de ellos.

Empleamos plataformas que nos permiten “consumir” contenidos de forma voraz, mediante la habilitación de una función de reproducción acelerada como el caso de Spotify –y al parecer próximamente Netflix- , pero probablemente hagamos escasa o nula conexión con el sentido más profundo de dichos contenidos.

En fin, conversamos, ligamos, negociamos, nos educamos, solicitamos servicios y nos entretenemos en línea, de forma digital. Pero estamos dejando atrás la esencia más particular que nos hace diferentes - incluso de la inteligencia artificial más avanzada- la parte personal. Y a todo, esto se suma la incorporación gradual al mundo laboral de la generación Z (nacidos a partir del 2000), con características particulares por su proclividad a lo digital, lo cual hace necesario que encontremos un común denominador en la colaboración y comunicación entre personas y profesionistas que coincidimos en cierto momento y espacio en el entorno organizacional o fuera de él.

No estoy sugiriendo que nos desconectemos digitalmente, sería absurdo a estas alturas del partido y además poco conveniente. Hablo de potenciar la conexión personal más allá de lo digital. De aprovechar este momento de cambio que lo digital nos ofrece pero siempre ponderando el relacionamiento persona a persona, y utilizar la tecnología solo como un medio y no como un fin en sí misma.

Necesitamos no perdernos en lo digital y mantener nuestro diferenciador principal de las máquinas y robots que empiezan a desplazar posiciones humanas que se está obteniendo por la eficiencia tanto operacional como en costo. Debemos privilegiar la conexión personal en un mundo digital que día a día nos envuelve queramos o no.

Se vislumbrar ya la 5a. Revolución Industrial y con ello una nueva configuración en la Sociedad -por cierto ya bautizada como 5.0- que coloca al conglomerado social al centro de la revolución tecnológica en turno; pero esta solo será realidad en la medida que no perdamos el toque humano al momento de ofertar, comprar, contratar, relacionarnos o simplemente de divertirnos se trate.

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