Consecuencias de vivir a crédito de la Tierra
Tortuga atrapada en una red de pesca - Fuente: National Geographic

Consecuencias de vivir a crédito de la Tierra

Nos estamos cargando el planeta, y lo peor es que a veces parece que nos da igual. Prepárate, que vienen curvas. Nos ponemos sentimentales con anuncios que nos medio conciencian del sobreuso de plásticos que están destruyendo nuestros ecosistemas marinos, mientras que en el supermercado guardamos las frutas en distintas bolsitas transparentes que, sin duda, serán más longevas que nosotros[1].  Se nos encoje el corazón con cifras como que 100.000 mamíferos marinos mueren anualmente a causa de los deshechos plásticos, sin embargo seguimos fomentando la industria pesquera, causante de casi el 50% de los residuos plásticos con las redes de pesca abandonadas en el fondo marino (y también causante de la muerte y extinción de otras muchas especies marinas).

Hoy, 29 de julio de 2019, hemos agotado todos los recursos naturales que la Tierra puede regenerar anualmente. Marca esta fecha en el calendario que a partir de hoy incurrimos en una deuda histórica con nuestro planeta. Desde que se empezó a calcular la fecha del #OvershootDay en 1986 nunca había sido tan próxima. Y es que en los últimos años el progreso humano se ha centrado precisamente en esta segunda parte, la humanidad, y ha dejado de lado al resto de seres vivos del planeta. Vivimos a costa de nuestro futuro, un futuro que no será tal si no hacemos algo al respecto.

Y aunque todo parezca muy negro, lo cierto es que poco a poco empezamos a ver destellos de esperanza. La joven activista Greta Thunberg ha conseguido a sus 16 añitos lo que gobiernos, sistema educativo y sociedad en general no han logrado en años: movilizar y concienciar a las generaciones futuras de la importancia del cambio climático bajo la campaña #FridaysForFuture. Millones de jóvenes han salido a las calles en más de 1.600 ciudades de todo el mundo para protestar contra los hábitos de consumo actuales, totalmente insostenibles, y demandar la actuación de gobiernos e instituciones para frenar las consecuencias.

Está en nuestras manos retrasar la fecha de la sobrecapacidad de la Tierra, tan solo hace falta un poquito de valentía y determinación para conseguirlo. Todas y todos conocemos ya las distintas acciones que, realizadas de forma conjunta, pueden crear un gran impacto, y aún así aquí seguimos sin llevarlas a cabo en su totalidad. ¿Por qué? Porque hacerlo implica renunciar en cierto modo a nuestras comodidades, algo a lo que no todas las personas están dispuestas y menos frente a una amenaza en gran parte invisible que no acabamos de percibir como real y altamente peligrosa.

Juntas podemos retrasar la fecha en más de 100 días, según determinan los estudios realizados por la Global Footprint Network y Schneider Electric. La pregunta es: ¿lo haremos? Optimista por naturaleza, yo espero y deseo que sí. Tan solo hace falta lo siguiente:

  • Reducir (o erradicar en su vertiente más bucólica) el consumo de productos de origen animal en al menos un 50% y aumentar el consumo de productos de origen vegetal.
  • Disminuir el malgasto de alimentos en al menos la mitad (actualmente 1/3 de la comida producida a nivel mundial acaba malgastándose).
  • Utilizar el transporte público y/o otros métodos de transporte libres de emisiones.
  • Reducir la huella ecológica de nuestro uso energético en un 50%.

Pensemos un poco menos en nuestros pies y un poco más en lo que pisan: el Mundo, que pide a gritos nuestra ayuda.

No hay texto alternativo para esta imagen



[1] Las bolsas de plástico, fabricas con polietileno de baja intensidad, tardan más de 1 siglo en descomponerse. 



Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas