Contagio Emocional

¿Te has contagiado emocionalmente ?

El “fenómeno” contagio emocional se ha estudiado por años… y se refiere a la forma en la que los seres humanos nos sincronizamos con otros para relacionarnos.

De hecho es muy importante en las relaciones humanas crear esa sintonía en posturas, movimientos, pensamientos, vocalizaciones y adaptarnos al entorno.

Déjame contarte mi última experiencia consciente de contagio emocional:

El fin de semana pasado, iba a recoger a mi esposo que estaba en una reunión familiar.

Yo no había podido asistir a la inauguración de la nueva casa de su hermana, pues tenía trabajo por adelantar, pero el Domingo por la noche fuí a recogerlo.

Normalmente hay 40 mins de distancia entre nuestras casas, pero en esta oportunidad, salí a las 4pm y llegué a la 7pm a recogerlo…. ¡¡¡3 horas!!!

3 sagradas horas de mi vida, metida en un trancón, sentada conduciendo, con la esperanza de alcanzar a llegar a ver a mis suegros, a compartir un rato con ellos… si hubiese llegado en el tiempo habitual de 40 minutos…. pero no… no fue así.

Agotada por haber estado trabajando toda la semana y el fin de semana también, con dolor de cabeza, espalda por el tiempo que estuve sentada frente al computador y también en el carro conduciendo… estaba realmente muy muy cansada y hasta de mal genio.

Respiré un poco antes de bajarme del carro y llegar de buen humor… sin embargo el cansancio no se iba y no era fácil disimularlo.

...Pero se hizo muy sencillo cambiar mi estado emocional con lo que viví al llegar… y de esto se trata el contagio emocional.

Mario (mi esposo), estaba en el parqueadero esperándome, me dió un abrazo fuerte, un beso con el que me dijo: Te extrañé.

Escuché un grito de Miguel (el esposo de mi cuñada) diciendo: Niños llegó la tía OlgaLu, bajen a saludarla.

Y así pasó… los niños me recibieron en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, me abrazaron y en seguida Juanita me hizo el tour por su casa nueva, mostrándome cada rincón, feliz de todo lo que era nuevo para ellos.

Se respiraba tranquilidad, la alegría de un lugar nuevo y el cierre de un fin de semana de inauguración con familia y amigos.

De inmediato mi cansancio, estrés, dolores y demás se disminuyeron notablemente.

El esfuerzo que estaba haciendo en el carro para entrar “de buen genio”, no fué necesario por las emociones que me generó el ambiente.

De eso se trata el contagio emocional, inconscientemente nos conectamos con el entorno, nos adaptamos y mimetizamos en el ambiente.

Cualquier estado emocional se puede contagiar… en mi caso fué un estado emocional de tranquilidad, alegría y confianza, pero también pudo haber sido un ambiente de tensión, cansancio y frustración.

La buena noticia es que la alegría es la emoción que con mayor facilidad se contagia en los seres humanos. Si alguien te sonríe, la reacción inmediata también es sonreir.

No me creas… ensáyalo conscientemente tú mismo… hoy sonríele a alguien y verás cómo te devuelve una sonrisa… y ensayalo cada día, tal vez tu y yo con este experimento hagamos un mundo más feliz (al menos a dos personas más felices: Tu y a quien le sonrías :))

Y en nuestros equipos de trabajo es muy común que el contagio emocional haga de las suyas.

Déjame explicarte los tipos de contagios, para que tú mismo puedas empezar a tomar acción con tu gente y tus equipos.

Hay dos tipos de contagios, el implícito y el explícito.

El implícito es el que sucede menos consciente, más automático y primitivo… te sonríen, tú sonríes… el que me sucedió a mi en la historia que te conté hace un rato.

El explícito, contrario al automático, se da cuando hay una persona o grupo de personas manipula las emociones para lograr algo; logran un contagio emocional intencional.

Ojalá sucediera siempre para bienestar de los equipos, pero lamentablemente no siempre funciona de esta manera.

Este contagio se puede dar intragrupos, y esto afectará el trabajo en equipo, la armonía, la cohesión, el rendimiento y logro de objetivos (para bien o para mal).

La clave está en prestar atención a los movimientos emocionales del equipo de trabajo, promover los estados positivos y evitar los perjudiciales, especialmente si son explícitos.

También se puede generar contagio emocional con los clientes… y es que los estados emocionales de los clientes están directamente influenciados por los estados emocionales de un colaborador que lo esté atendiendo.

Si alguien atiende a un cliente “de mala gana”, de inmediato contagia al ser humano que tiene enfrente y este cliente reacciona en concordancia con el ambiente en el que se está relacionando…

Así que si tienes clientes furiosos o clientes felices, te dejo dos preguntas para hacerte:

¿Cuál es el estado emocional de mi equipo?

¿De qué estamos contagiando a los clientes?

Me encantaría conocer las respuestas a estas preguntas… si quieres compartirlas, escribe en los comentarios.

Y si crees que mi equipo y yo podemos apoyarte a cambiar los estados emocionales a tu equipo de servicio para tener clientes leales, felices y apasionados por tu marca, haznoslo saber y coordinamos una reunión para conocer tus objetivos y necesidades.

Te mando un abrazo y no olvides contagiar a alguien con tu sonrisa.

Olga Lu :)