Contaminación del aire en las ciudades: un problema común
El tema de la contaminación ambiental no es nuevo y seguirá siendo un problema por largo rato. A pesar que algunas ciudades han tomado medidas como las encaminadas a mejorar la calidad de los combustibles fósiles que se ofrecen a los usuarios de vehículos particulares y públicos, se han establecido políticas para desincentivar el uso de vehículos particulares, se han instalado bici-carriles para promover el uso de la bicicleta y se han puesto en funcionamiento sistemas de transporte público masivo, aún no se ve la mejoría y por supuesto esto tiene un costo oculto en las enfermedades respiratorias, en lavadas de fachadas e infraestructura, entre otros.
Pareciera que el problema no desapareciera y que en la medida en que se tengan episodios de inversión térmica e incendios forestales el problema parece aún mayor… y la verdad es que es un tema de la resiliencia ambiental. Lo intentaré explicar de forma sencilla, si bien es la capacidad del medio ambiente de recuperarse de una situación que implica estrés o impacto ambiental. Un ejemplo puede ilustrar mejor el tema. Todos nos hemos sentado alguna vez en el pasto y al levantarnos vemos cómo quedó nuestra marca en el pasto. Si pasamos luego de unas horas por el lugar, el pasto se habrá recuperado del estrés y no se notará que estuve allí sentado. Por otra parte si vuelvo ese pasto el sendero que todos los días cruzo para ir a mi lugar de trabajo, con el tiempo notaré que se deteriora hasta llegar al punto en que se morirá y sólo veré las raíces o el suelo. Si sigo pasando no se recuperará, pero si dejo de pasar un tiempo y elimino o disminuyo el estrés se recuperará con el tiempo.
Ahora bien, la calidad del aire de las ciudades es una mezcla entre las emisiones de fuentes fijas (las de las chimeneas de los sectores comerciales e industriales), las emisiones de fuentes móviles (los vehículos) y la contaminación de fondo que es un producto de lo que logra arrastrar el viento en su paso hasta llegar a la ciudad y por supuesto al salir de la ciudad también se llevará algo de la contaminación consigo. Por otro lado también está que un aire contaminado se puede limpiar de varias formas, pero digamos que principalmente depende de condiciones de rozamiento con obstáculos que retengan las partículas que carga, la precipitación que se pueda dar de los contaminantes y del intercambio que pueda hacer con algunos medios que pueden eliminar dichos contaminantes (adsorción y absorción).
Para mencionar un ejemplo de lo anterior, en Pekin hay un edificio (Clean Air Tower) que purifica el aire con filtros y se tienen otras iniciativas como las Nanjing Green Towers que buscan resultados similares utilizando jardines verticales. Y aquí hay algo importante para mencionar y es la falta de zonas verdes por habitante que hay en nuestras ciudades. Cada vez hay más concreto y edificaciones que zonas de amortiguación y depurado del aire. Hacen falta más zonas verdes en las ciudades y bueno, se pueden integrar a la infraestructura existente al utilizar terrazas verdes y jardines verticales. También hay que integrar algunos ecosistemas, así sean artificiales (o mejor dicho antropogénicos) a la infraestructura de la ciudad. Ya tenemos plantas para depurar el agua, rellenos para tratar los residuos y nos hacen falta lugares para tratar el aire de nuestras ciudades.
Por supuesto no hay que bajar la guardia con las estrategias que busquen que se generen menos contaminantes (toda acción preventiva vale) y debemos trabajar en ayudar al medio ambiente a recuperar su equilibrio, a alcanzar su resiliencia para que de allí en adelante se pueda recuperar. La tarea es de todos y ánimo que usted no es el único que quiere hacer las cosas.