Contenidos, comunicación y periodismo

¿Un sismo afecta a los medios de comunicación y contenidos?

Sí, un fenómeno está transformando la comunicación tradicional porque hay un abismo entre emisor y lector/consumidor.

En el caso de los medios, los viejos mecanismos de la relación prensa-poder están por colapsar. En mucho por la llegada de un nuevo régimen político.

Sin embargo, el desgaste estructural lleva varios años en los que contribuyó el precio del papel (que se compra en dólares), la publicidad oficial, la difusión de contenidos en internet y los cambios de hábitos de las audiencias.

Para un sector de la prensa, la compra del papel se hace en Estados Unidos, lo que por consecuencia hay afectaciones económicas si sube el precio del dólar respecto al peso. Lo anterior ha llevado al adelgazamiento de las ediciones impresas y a que en un solo legajo se concentren hasta tres secciones.

En la relación prensa-poder la figura de la publicidad oficial ha sido central, ya que es común que el gobierno en turno destine una partida para medios de comunicación. Si el medio es afín, se le da más dinero; si la publicación es adversa al gobierno, no se le proporciona tanto recurso, o de plano se le recorta. Esto generó medios alineados con el poder o con intereses políticos sexenales. Todo ese cúmulo de apoyos los usan los dueños a discrecionalidad y en la mayoría de las ocasiones no se destina a los periodistas de la redacción. La publicidad oficial fue brújula y ancla, y sin ésta no les quedará más que adaptarse a los nuevos tiempos e innovar en sus métodos de supervivencia, muchas veces a costa de despidos de reporteros, editores y fotógrafos.

Por otra parte, en lo que se refiere a los contenidos, la modernidad trajo una cuestión revolucionaria: el internet. El mundo offline se encontró ante un gran competidor cuando emergieron los contenidos online, en su mayoría gratuitos, y con la revolución que representó el uso de los dispositivos móviles. 

Y como “cereza en el pastel” ocurrió un cambio generacional de las audiencias para constituir una combinación letal para la vieja forma de consumir contenidos y noticias.

Cambiaron los hábitos e incluso el método de comunicación. 

El consumidor actual demanda contenidos visuales, online, gratuitos, con poco texto y si es posible para compartir por Wassap. 

¿Cómo insertas la producción noticiosa en el concepto anterior? ¿Cómo produces contenido a un público que lee lo mínimo? Lo anterior representa un reto en la conceptualización de qué es lo que se puede ofrecer a un lector para que destine su tiempo y recursos para adquirir un producto. Hay quienes han podido capitalizar lo anterior, pero han sido más los que se han aferrado a fórmulas anacrónicas que garantizaron su supervivencia en la época previa al internet.

Lejos de un diagnóstico fatalista, el reto está encontrar una formula atractiva para los nuevos hábitos de las audiencias, su conceptualización de la comunicación y encontrar una clave de lenguaje que permita que el mensaje alcance a todos sin importar el formato ni edad.