Controlar la HTA infantil ayudaría a reducir la pandemia de obesidad
La hipertensión arterial (HTA) es el principal factor de riesgo cardiovascular que causa muerte y esto es así en todo el mundo. Además, su aparición suele conllevar un peor pronóstico en la evolución de otras patologías de base. Su control es muy habitual en adultos, pero no así en los niños, entre otras cosas, porque su comportamiento no es el mismo: mientras la HTA en adultos puede no tener una causa específica, en niños suele existir una enfermedad de base que la ocasiona. Y una de las más frecuentes es la enfermedad renal. El riñón es uno de los órganos que regula la tensión y, a veces, la hipertensión nos desvela un problema de salud que es preciso determinar.
Partiendo de este planteamiento, la Unidad de Nefrología Pediátrica del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja ha comenzado a aplicar la Monitorización Ambulatoria de Presión Arterial (MAPA) en niños de más de 5 años, que consiste en la realización de mediciones programadas de TA mediante un Holter o dispositivo oscilométrico portátil, que el paciente lleva conectado durante un periodo de 24 horas en su ambiente habitual, ya sea en el colegio, en casa o durante el sueño. “Es el mejor método para el manejo diagnóstico y terapéutico de los niños con HTA”, afirma Jorge Luján, nefrólogo pediátrico del Hospital La Moraleja.
El uso del Holter se considera el estándar
de oro para el estudio de HTA en paciente pediátrico porque es preciso,
reproducible y bien tolerado
En efecto, el uso del Holter se considera el estándar de oro para el estudio de HTA en paciente pediátrico ya que es una técnica precisa, reproducible y bien tolerada. Además, permite identificar y estudiar situaciones no conocidas de otra manera como son las HTA de bata blanca (cuando el niño acude a consulta), la HTA enmascarada (que se da en los niños con valores normales en consulta, pero elevados al aplicarle la técnica MAPA) o la pérdida de descenso fisiológico de TA nocturna (asociada a otros factores de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus).
Enfermedades renales como las nefropatías crónicas pueden esconderse detrás de la HTA diagnosticada en niños. Pero lo que no es posible esconder, porque salta a la vista, es la obesidad. Y esta enfermedad tiene una relación directa con la tensión arterial: “Todo niño obeso debería estar incluido en MAPA porque tiene muchas posibilidades de presentar HTA o de desarrollarla si no se presentan medidas”, sostiene el dr. Luján. “Con este diagnóstico, seguro que vamos a lograr que este niño y su familia se impliquen más decididamente en el tratamiento: perder peso, hacer ejercicio, llevar una dieta saludable. Sin duda, el argumento de la HTA es un añadido muy importante para luchar contra la obesidad en niños”.
La HTA en niños ha crecido en España en los últimos años, al hilo del creciente impacto de la obesidad. De un 1% de prevalencia se ha pasado a un 4,5% y esta cifra no cubre del todo un evidente infradiagnóstico, debido a la escasa utilización de programas como MAPA. La cifra real puede andar más cerca de ese 25% de niños con sobrepeso y obesidad, que está convirtiendo esta realidad en un auténtico problema de salud.
No hay que olvidar aquellos pacientes con riesgo genético para desarrollar HTA al presentar sus progenitores enfermedad hipertensiva. En estos casos, también es muy útil la aplicación de la técnica MAPA.
Mirando hacia el futuro, el doctor Luján entiende que MAPA y el uso del holter deben alcanzar a los niños menores de 5 años, especialmente a los prematuros. Aunque lograr este objetivo no es fácil porque no hay tablas de referencia de la técnica MAPA para medir la tensión en este tipo de paciente. “Con todo, estamos trabajando en la cada vez mejor evaluación del riesgo cardiovascular en paciente pediátrico, lo que nos permitirá valorar con más certezas la posibilidad de riesgo de desarrollo de HTA en edad adulta".