COVID-19 ¿y ahora qué?
COVID 19. ¿Y ahora qué?
Allá por el mes de abril, ya comenté que el remedio sería peor que la enfermedad. ¿Mala gestión? ¿Desconocimiento del virus?. Lo que tenemos ahora claro es lo que debemos hacer, o eso parece. Sabemos que prácticamente un 70% de las personas en residencias de mayores tienen anticuerpos. Seguimos sabiendo que al resto, en su gran mayoría, la enfermedad cursa con síntomas leves y, sabemos que un gran foco de contagios proviene del personal sanitario por falta de medios de protección (EPI's). Con los datos del PIB y el Desempleo en el segundo trimestre, un país está prácticamente en quiebra técnica. Pero es que estos datos no se los cree nadie y estoy seguro de que todavía son peores. ¿Os imagináis otro confinamiento en otoño?
Por otro lado, las fronteras fuera de la UE cerradas excepto para unos pocos países. El comercio internacional sigue parado desde marzo y el batacazo será aún peor a finales de año con los contratos que se habrán perdido y con el turismo que habrá caído en picado.
Los gobiernos no van a hacer nada y no pueden hacer nada para evitar rebrotes del virus, así que habrá que convivir con él ahora y después de tener un tratamiento y/o vacuna. Entonces, ¿por qué no abrimos fronteras y apelamos a la responsabilidad de la gente? Deberías poder viajar dónde quieras y cuando vuelvas, tomar las precauciones necesarias durante 10 ó 15 días y por descontado si tienes síntomas hacerte la prueba inmediatamente.
Lo que sí que tengo claro es que medidas de encierro no sirven de nada viendo lo visto en celebraciones, fiestas y trenes abarrotados. Si, igual controlamos la pandemia, pero no vamos a controlar la crisis que se nos viene encima ¿de qué sirve mantener las fronteras cerradas y seguir castigando al comercio internacional?
El mundo que tenemos ahora, es un mundo globalizado nos guste o no. Las industrias, el turismo, todo está enfocado en su inmensa mayoría en las relaciones internacionales y no podemos pararlo todo de la noche a la mañana. Lo siento pero el confinamiento y la economía no son compatibles.
Nos hemos cargado unos cuantos meses de nuestros pequeños, no hemos sabido cuidar de nuestros mayores, nos hemos cargado el comercio nacional y el internacional, hombre, uno es optimista por naturaleza pero es que lo hemos hecho tan y tan mal que la única manera de salir de todo esto es aprendiendo a convivir con el virus, al igual que convivimos con muchos otros.
Pongamos en marcha el mundo otra vez !