Creando Resiliencia Organizacional

Creando Resiliencia Organizacional

¿Qué es la resiliencia?

 Según la Real Academia Española, la resiliencia puede ser definida como:

  • Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adverso.
  • Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

En mi experiencia personal, hace varios años escuché por primera vez el término “Resiliencia”. Consultándolo con mi hermana (futura psicóloga), mi padre (profesional de la logística), mi madre (docente) y varios colegas, me llamó la atención que el mismo es utilizado en diversos ámbitos. Si bien la idea general era la misma, cada quien la adapta según su contexto.

Aplicándolo al entorno empresarial, la resiliencia organizacional puede ser definida como la capacidad de las organizaciones para responder ante posibles cambios, interrupciones o disrupciones en sus servicios u otros aspectos. La resiliencia se logra mediante la correcta anticipación, adaptación y posterior respuesta a los cambios, considerando una correcta gestión en cada una de estas etapas. Lo que principalmente se busca es minimizar el daño que las disrupciones pudieran provocar y a su vez tratar de maximizar los beneficios que pudieran existir asociados a dicha situación.

Si bien muchas organizaciones “improvisan” cuando la interrupción, disrupción o situación adversa se presenta, lo ideal sería que estuvieran preparadas. La capacidad de adaptación no es una aptitud que se adquiere justamente durante ese momento. La misma debe ser desarrollada a lo largo del tiempo, por ejemplo, a través de un amplio programa de pruebas y ejercicios. Sin dudas, una organización entrenada y ejercitada, será más resiliente para hacer frente no solo a una disrupción sino también a cualquier otro evento que requiera de una adaptación.

Por esta razón, y según mi visión, expertos en la temática deben construir resiliencia organizacional a partir de una eficiente gestión en diversos frentes:

  • Financiero: desarrollando pruebas de estrés donde se evalúe y prepare a la organización para adaptarse a situaciones extremas pero posibles que pudieran afectar negativamente su situación económico-financiera.
  • Equipo de Crisis: contando con un Plan de Gestión de Crisis que permita hacer frente a cualquier evento disruptivo y un Plan de Comunicación en Crisis que permita proteger la imagen y reputación de la entidad.
  • Infraestructura Tecnológica: contando con un eficiente Plan de Recuperación Tecnológica para aquellos activos, al menos, considerados como críticos para la entidad. Esta criticidad puede ser la resultante de una completa clasificación de activos.
  • Continuidad del Negocio: construyendo un robusto Plan de Continuidad del Negocio que permita proteger los procesos de la entidad.
  • Higiene y Seguridad: que ejercite constantemente los planes de evacuación de las instalaciones de la organización, en pos de resguardar y proteger la vida humana.

Trabajar en estos frentes en forma conjunta, permitirá contar con una organización flexible capaz de adaptarse a un nuevo contexto. Por otro lado, permitirá promover el crecimiento, estar aún mejor preparado para responder a un evento disruptivo y fortalecer las ventajas competitivas. Por último, y en caso de requerirlo, permitirá además mantener operativos los procesos más importantes para la organización, protegiendo a personas y activos que la conforman.

Recordando que de cada crisis, hay una oportunidad, un profesional en resiliencia contribuirá, sin dudas, en pos de contribuir al forjamiento de una organización próspera.

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