Creatividad para todos los bolsillos

Cuando hablamos de creatividad, de publicidad, de anuncios, de promocionar el negocio, la empresa, los productos, enseguida pensamos en grandes despliegues, elevados costes de diseño, de producción, gastos en medios de comunicación y un largo etc.

Paseando por mi ciudad, Bilbao, me he encontrado un ejemplo de cómo todavía hay gente con ingenio, con ganas y sin tener unos costes elevados me ha hecho ver que se puede ser distinto y luchar por su pequeño negocio de barrio, compitiendo con las grandes espacios comerciales.

No es un gran ejemplo publicitario, tampoco podemos decir que es un anuncio, simplemente me ha provocado una sencilla sonrisa por las formas y ha conseguido que recuerde para futuras ocasiones donde hay una frutería.

Voy a intentar analizar a la vez que describo lo que he visto para que me podáis entender y aunque muchos del sector no compartáis lo que yo veo y todos queramos hacer negocio porque para eso vivimos de ello, a mi me deja claro que está persona el día que tenga recursos buscará quien le hará los anuncios si llega a algo más, pero por ahora pone todas las ganas.

Os pongo en situación. Paseando por el cauce de la ría, para el que no lo conozca, es un paseo muy atractivo que cruza la ciudad, siendo una de las arterias principales para el que quiera caminar por nuestra villa. Y a la altura del museo Guggenheinm, en el otro lado de la ría, por donde caminaba, he visto un globo amarillo atado a la barandilla, y debajo de la citada barandilla pegado en el suelo un folio blanco con unos textos.

El globo tenía pintado una sonrisa y unos textos en los que hablaba de zumos, agua, fruta y algunas palabras más.

El folio por su parte también estaba escrito con lo mismo, he incluso tenía un dibujo de una mano orientada hacia el otro lado del museo indicando la posición del local que se promocionaba.

Por supuesto, al leerlo me he dado la vuelta y he visto la frutería en cuestión, que con otros carteles en tonos llamativos y esta vez impresos hace la segunda llamada de atención definitiva.

La ubicación de la frutería no es la mejor porque aunque esté enfrente del museo se encuentra escondida debajo de unos arcos y todo el mundo pasea por la otra acera, concretamente la que esta pegada a la ría y por la puerta de su negocio no pasa nadie. 

No hay diseño, no hay trabajo de diseñadores, no hay trabajo de publicistas, no hay trabajo de copy, ni Fotógrafo, ni vídeo, ni nada parecido.

Simplemente ha usado los recursos que tenia a su alcance:

• La localización del montaje es idónea, ya que todo el mundo quiere una instantánea del museo, y es un buen sitio para colocar el anuncio sin estropear la fotografía.
• Un globo amarillo atado a la barandilla es barato, y aunque no es un soporte homologado para colocar banderolas etc, y tampoco está hinchado con Helio, simplemente, es efectivo.
• Un folio en el suelo, pegado con cinta tampoco es que sea un soporte muy correcto, pero hace su función ya que el suelo es gris y el folio es blanco, y parece que es fotocopia por lo que entiendo que cada vez que se le rompa pondrá otro con un coste irrisorio.
• Cuando miras a la frutería la cartelería no es la más atractiva pero es muy clara y directa.

En definitiva, esta persona ha demostrado que tiene una estrategia de venta, y con pocos recursos ha sabido sacar el máximo partido.

Eso no quiere decir que todo el mundo ahora debería poner globos y folios, no quiero que se me malinterprete.

Porque para hacer las llamadas de atención, la publicidad, el diseño, o la comunicación como tal estamos los profesionales.

Con este ejemplo quiero romper una lanza a favor de la gente que está empezando y quiere evolucionar, tiene inquietudes y tira de ingenio.

La creatividad no solo ha de verse en grandes proyectos, la creatividad está en todos los aspectos de la vida y cada uno la interpreta y la usa como puede.