Crecimiento sostenido para México a partir de nearshoring
Irasema Andrés Dagnini
Economista y analista financiero de la UAM. Líder de opinión, colaboro en la BMV y banco Bx+. Editor de Vínculo Económico, canal digital. Miembro del Consejo Asesor de UVM-Coyoacán
La recuperación económica de México sigue su curso pese a tensiones geopolíticas e incertidumbre política local. Las apuestas están en el nearshoring y el repunte de la demanda de bienes, servicios e infraestructura, donde la Inversión Extranjera Directa (IED) es determinante para el crecimiento y desarrollo del país.
Se estima que el proceso de nearshoring puede generar alrededor 35,000 millones de dólares anuales durante el periodo en relocalización y que los primeros efectos positivos se observen en el sector de la construcción e inversión fija bruta (IFB), destacando la construcción de nuevas naves industriales, mayor contratación laboral y mejores salarios.
Carlos Torres Vila, presidente de @BBVA, estima que la economía global crezca 3.4% este año y 2.4% la de México; mientras que Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, prevé que el país podría crecer alrededor de 3.0% con el apoyo de factores interno y la posibilidad de que la economía de Estados Unidos no entre en recesión.
Las tensiones entre Estados Unidos y China y la reubicación de los procesos productivos son factores que favorecen la demanda de infraestructura nacional, al igual que una menor inflación, menores restricciones al crecimiento y mejores condiciones de consumo y empleo, que deberán fortalecer a la productividad nacional.
Sin embargo, para que el crecimiento de la economía sea positivo y sostenido se requiere que crezca la IED.
En la década de los 90 se vio un movimiento de flujos de capital hacia Asia, destacando China como destino principal, que alimentó tasas de crecimiento cercanas a dos dígitos. Datos del Banco Mundial muestran que el crecimiento de la IED de 0.1 a 0.8% determina un aumento de 1% en la relación IED/PIB, para el caso de economías desarrolladas.
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Los flujos de la IED hacia América Latina cayeron 75% en ocho años, desde 202,000 millones de dólares en 2012 a 86,000 millones en 2020 por la desinversión de los Países Bajos y España, principalmente; mientras que México experimentó un aumento de 40% en el mismo periodo con la participación de los mismos países europeos y una mayor inversión desde Brasil.
En 2021 México recibió 31,543.5 millones de dólares por IED, monto que representó 2.0% de los flujos totales mundiales y que ubicó al país en la posición 10 en el mundo. En 2022, la IED sumó 35,922 millones de dólares, superando los ingresos del año previo y siendo los más altos en los últimos siete años.
Si las cosas se hacen bien, pueden llegar nuevas empresas como Tesla a México.
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