Crianza y Envejecimiento. "Entre vinos y personas"
El mayor tesoro de una bodega es poseer su propio viñedo y como todo tesoro es protegido y mimado, cada vid es cuidada hasta el fin de su vida útil ya que de ella depende la calidad de la uva que luego se transformara en vino. Es así como se inicia un proceso complejo donde intervienen factores naturales, geográficos, materia prima, factor humano y el proceso de elaboración hasta llegar a la mesa, "De la viña a la mesa".
Existen orientaciones para saber que vino llevar a tu mesa, una de ellas es conocer sus clasificaciones por crianza y envejecimiento, en ello encontramos los Vinos Jóvenes, son del mismo año o del año anterior pero que no tienen crianza; Crianza, con un período de envejecimiento total entre 18 o 24 meses, y el tiempo mínimo en barrica de roble es de 6 meses. Vino Reserva, con un período de envejecimiento entre 24 o 36 meses, y el tiempo mínimo en barrica de roble entre 6 o 12 meses; y los Gran Reserva, vinos de largo plazo y que pasarán muchos años para que sean abiertos.
Para lograr alcanzar un vino de calidad se requiere una compleja suma de muchas cualidades y características que construyen un todo que evoluciona constantemente, para ello un común denominador: la inversión, en recursos para elaborarlos y, lógicamente, mientras más tarde en poner los vinos a la venta, más tardará en recuperar lo que invirtió en ellos. O sea, el retorno de lo invertido en su elaboración es más tardío.
Y así caemos en la razón de este articulo, la relación entre el Proceso Vinícola y los RRHH en nuestras organizaciones.
Me atrevo entonces a realizar algunas semejanzas como Los CEO son los Propietarios de la bodegas. Los responsables de Talento Humano y directivos medios vienen a desempeñar el trabajo de los Enólogos. Y en cuanto a vinos, los jóvenes vienen a ser los recién graduados y pasantes, los crianzas vienen a ser los que han pasado el período de prueba y ya llevan un tiempo en la empresa y los reservas y grandes reservas son los veteranos, los expertos dentro de la organización.
¿Es mejor un "Nuevo" que un Veterano en su trabajo dentro de la organización, lo que sería la similitud entre si un vino joven puede ser mejor que un reserva? Pues claro que sí. Presumir de antemano que el ser un Reserva o Gran Reserva es mejor siempre que un vino joven es absurdo.
La calidad de las uvas con la que se elaboraron ambos vinos en diferentes años influye. En nuestras organizaciones por ejemplo si seguimos el símil, no posee la misma formación el recién graduado-nuevo ingreso que el que lleve 15 años en la empresa. Como se comporten dentro depende mucho de la materia prima inicial, la uva, pero también del trabajo del enólogo, en nuestro caso, de los responsables de Talento Humano y los directivos medios.
Recomendado por LinkedIn
Lo que creo que ha ocurrido es que en nuestras organizaciones los enólogos y los propietarios de las bodegas han fallado estrepitosamente. Cuando las cosas iban bien se presumía que se tenían reservas y grandes reservas de calidad y ahora se ha demostrado de que no eran así. Lo que pasa es que se ha invertido tanto tiempo y medios en ellos que si salen malos hay que esperar muchos años para poder volver a tener unos buenos reservas y grandes reservas. ¿Por qué optan los enólogos? Por producir vinos jóvenes, sacarles el máximo rendimiento en el año al mínimo coste y si alguno vale, intentar pasarlo a ser un crianza.
Ya no es necesario el invertir en crear reservas y grandes reservas en nuestras organizaciones es mejor subsistir de vender vinos jóvenes que si salen malos, al año siguiente se hacen unos nuevos y no necesito años para recuperar lo invertido.
Pero el mundo del vino deja las cosas bien claras: las grandes bodegas se hacen a base de grandes vinos y, raras veces son vinos jóvenes. Hay que seleccionar muy bien la materia prima, saberla cuidar durante el tiempo, saber motivarla, enseñarla, inyectar movimiento para que dé el máximo potencial y, al final, sacar grandes vinos reservas y grandes reservas.
Nuestros enólogos han escogido muchas veces mala materia prima, mala uva, con lo cual por mucho que la quieran cuidar, nunca saldrá un buen vino, ni joven, ni crianza ni nada de nada. Y en otras ocasiones, aun obteniendo buena materia prima, no han sabido tratarla, con lo cual los vinos también salieron malos, con independencia de que sean jóvenes, crianza, reservas o grandes reservas.
A modo de conclusión y espero que la cosa haya quedado más o menos clara, las grandes organizaciones y los grandes vinos salen de escoger una buena materia prima. Tener buenos profesionales que la cuiden y de saber seleccionar en cada momento que la materia inicial deberá ir destinada a uno u otro perfil. La duda que nos puede surgir es que ha pesado más en la mala situación actual, ¿la mala materia prima inicial o el mal trabajo de los enólogos? Que cada uno saque sus conclusiones.
Lo que está claro es que para buenos vinos hay que tener buena materia prima inicial, lo mismo que en las organizaciones y, por desgracia, la buena materia que tenemos se está marchando o se marcho a otros países, con lo cual el trabajo de los enólogos deberá enfocarse en buscar e identificar que hacer para asegurar esa calidad, ese Ser Humano Potencial que resultara al cabo del tiempo en un excelente trabajador, empleado, compañero de trabajo, aliado... Gente Sana que trabaje en armonía!