Crisis Logística en el Puerto del Callao: Un Efecto Dominó de Factores Globales

La logística en Perú atraviesa un momento crítico, especialmente en el puerto del Callao, un nodo clave para las importaciones y exportaciones del país. Este 2024, el Callao ha registrado cifras históricas de importación y exportación, con un volumen récord de contenedores atendidos. Sin embargo, fuera del puerto, la realidad es muy distinta: los operadores logísticos se enfrentan a un caos logístico que está afectando gravemente la eficiencia operativa, con consecuencias que van más allá de la simple congestión.

La saturación del puerto: hasta 8 horas de espera

Uno de los problemas más graves es la saturación para el ingreso al puerto. En algunos casos, los camiones deben esperar de 6 a 8 horas para ingresar, lo que retrasa todo el proceso de carga y descarga. Este embotellamiento se debe a la falta de infraestructura adecuada que permita un flujo ágil y eficiente de los transportes de contenedores, y una incapacidad por parte de las autoridades para modernizar y desarrollar las vías, con el fin de adaptarse al aumento constante de volúmenes de carga.

Colapso en los terminales de vacíos: el cuello de botella

Otro de los puntos críticos es el colapso de los terminales de vacíos, aquellos encargados de recibir los contenedores vacíos para su devolución. La saturación de estos terminales ha provocado que no se puedan asignar citas de recepción con la regularidad necesaria. Este cuello de botella es una piedra angular de la crisis logística, ya que los operadores logísticos no solo enfrentan largos tiempos de espera para ingresar al puerto, sino que además se ven imposibilitados de devolver los contenedores vacíos, lo que genera un desorden logístico que afecta a toda la cadena de suministro.

Causas globales que agravan la crisis local

La situación en el Callao no es un fenómeno aislado. Diversos factores globales están provocando un efecto dominó que ha llegado a Perú. Primero, los desafíos logísticos en el Mar Rojo, que siguen afectando las rutas comerciales de las Naviera. A esto se suman los problemas portuarios en Chile y la huelga en los puertos de la costa oeste de Estados Unidos, que ocurrió semanas atrás, entre otros muchos factores, generando un efecto domino en la congestión y cambio de orden en logística del Callao en Perú.

Sin embargo, el factor local más determinante es la falta de respuesta del gobierno peruano, que tiene una deuda grande en relación al desarrollo de infraestructura logística. A pesar del crecimiento exponencial del puerto del Callao, las obras de modernización y expansión de las vías de acceso y conectividad, no han avanzado a la par. La construcción de nuevos puertos como Chancay, que se presenta como una solución, aún está lejos de resolver los problemas urgentes de congestionamiento y eficiencia en el sistema logístico nacional.

El impacto en los costos y la competitividad

Lo más grave de todo esto es que, mientras las navieras luchan por descargar sus barcos debido a la congestión y los largos tiempos de espera en bahía, los operadores logísticos se enfrentan a un incremento significativo de los costos operativos. La falta de disponibilidad de espacio en los terminales de vacíos ha provocado que los contenedores vacíos se queden más tiempo del esperado en las instalaciones del operador logístico, generando costos adicionales por el uso de maquinaria, espacio para el almacenamiento y posterior tracción para la devolución del contenedor vacío.

Esta situación está afectando gravemente a los operadores logísticos, quienes deben gestionar de manera cada vez más compleja la entrega de carga y la devolución de vacíos. Al mismo tiempo, tienen que lidiar con el tráfico infernal y congestión en la zona logística del Callao, que agrava aún más los tiempos de espera y dificulta la coordinación de citas de devolución y retiros de contenedores.

El desafío para el gobierno y el sector logístico

El panorama que se vislumbra para el cierre de 2024 y el inicio de 2025 es muy complicado. Si bien el puerto del Callao ha experimentado un crecimiento histórico en términos de volumen de carga, la infraestructura y la gestión del ejecutivo y gobiernos regionales, no han seguido el mismo ritmo. Esto pone en evidencia la desconexión entre el crecimiento económico del país y el desarrollo de infraestructura clave para el sector logístico.

El gobierno peruano y las autoridades portuarias deben tomar cartas en el asunto y priorizar la modernización de la vías de acceso y la mejora en la eficiencia operativa. No se puede ser un HUB logístico regional si, fuera de los muelles, la congestión y la ineficiencia siguen siendo el pan de cada día.

Un llamado a la flexibilidad y a la cooperación

Este cierre de año presenta un desafío complejo, especialmente para las navieras y los operadores logísticos, que deben lidiar con una carga adicional de sobrecostos y dificultades operativas. Es esencial que las autoridades portuarias y las navieras muestren flexibilidad ante esta situación y encuentren soluciones colaborativas para mitigar los impactos negativos.

El sector logístico, que ya atraviesa dificultades por las circunstancias globales, no puede permitirse más barreras a nivel local. La eficiencia operativa es más importante que nunca, y las expectativas de los clientes finales no han cambiado: buscan una cadena de suministro que sea ágil y eficiente.

Si realmente aspiramos a posicionar a Perú como un HUB logístico regional, es crucial que el sector público y privado trabajen juntos para solucionar la crisis actual, especialmente en el puerto del Callao, para que la logística no sea un obstáculo, sino un motor para el desarrollo económico del país.

Escrito por: Alvaro Luna - www.xlog.pe