¿Cuál es el límite? ¿El cielo?

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• Inteligencia Artificial y Sociedad

Bastante se habla, por estos días, de las virtudes de la tecnología, bastante se habla del Chat GPT, bastante se habla de la IA.

De lo que no se habla tanto es de lo fragmentada que esta la sociedad, de los efectos del modelo sobre las personas, de lo devastador del arrasamiento del mundo privado.

Tanto no se habla de la "transparencia" que domina nuestros días. Transparencia que va dejando por fuera lo particular del sujeto y que se presenta de manera obscena dejando todo expuesto a la mirada del otro. Lo particular es que de a poco y muy sutilmente, antes o después, todos vamos siendo alcanzados por la modalidad.

Lo transparente no acuña la vulnerabilidad, en la transparencia no aplica lo opaco, la trasparencia borra todas las distancias, se vuelve plana, lisa y sin fallas.

Lo vulnerable, el error, el descuerdo, lo distinto, lo único y opaco, lo particular no entran en esta modalidad.

Cuando algo de esto nos alcanza (por decirlo de un modo asequible, porque en realidad esto forma parte de lo que nos define) nos angustiamos, básicamente porque no hay lugar para esto en el modelo global, entonces arranca la chorrera de slogan de "tú lo puedes", “vas a lograrlo “, otro rollo que no nos aporta y más nos hunde porque lejos de sumar nos deja con un quantum de impotencia y frustración.

Tanto no se habla del "vacío" de la época, estamos en el mundo de la imagen y no en el de la palabra (podríamos probar cuantos llegan a leer hasta el final este articulo). Ahora si subo una imagen con una frase, eso seguro suma.

La palabra tiene siempre la posibilidad de la metáfora, nos da soltura, aire, nos permite dejar algo por fuera, nuestro inconsciente está estructurado como un lenguaje, dirá Lacan.

Claro, del inconsciente no queremos saber mucho, entonces que mejor que subirnos al tren de la transparencia, ¿no? pero que nos pasa cuando no alcanza con ser un muñeco de vidriera? adviene la angustia.

Los datos así lo muestran, quien no conoce a alguien que haya pasado por la angustiante (desesperante) situación de padecer de ataques de pánico/ansiedad?

El aparato psíquico está formado por un quantum de angustia que cuando se desborda aparece en la conciencia bajo otras formas, por ejemplo, ataques de pánico/ansiedad.

Esto no surge de la nada.

Ahora sumemos la pandemia, que si algo nos corroboró es que vivir es un estado de incertidumbre y que la muerte es la única certeza luego de la del nacimiento.

Nos hizo sentir en la piel la angustia de la muerte y esto aún lo estamos padeciendo, aún estamos intentando de restablecer cierto equilibrio...en medio de estos intentos aparece el Chat GPT, como una especie de oráculo.

• ¿Cuál era la función del oráculo en la antigüedad?

"Los oráculos eran considerados como una fuente de sabiduría divina y se utilizaban para predecir el futuro y obtener consejos y orientación sobre los asuntos más importantes. Los oráculos eran muy respetados y eran consultados por reyes, gobernantes y personas comunes por igual."

Estamos fritos.

Hace unos días me preguntaron en una sesión de formación que pensaba del Chat GPT, si era bueno o malo.

La verdad es que aún no encuentro las bondades que fascina a algunas personas.

Que las tecnologías remodelaran los puestos de trabajo, pues claro, desde el invento de la rueda ha sido así, de modo que no hay nada de novedoso en ello.

Ahora atribuirles a las tecnologías el poder del oráculo, ya me parece que nos hemos pasado tres pueblos.

• Lo subjetivo

Voy a ser lo más clara posible, si alguien nos preguntara que significa "una madre", por ejemplo, un poco más acá o un poco más allá, todos daríamos una respuesta similar, seguramente basada en gran medida al concepto socialmente acuñado de madre. Es decir, un significante compartido socialmente.

Ahora si la pregunta es que significa "tu madre" pues ahí la cosa cambia. Porque la construcción que cada uno de nosotros hagamos será a partir de nuestra particular subjetividad, de nuestra experiencia con nuestra madre o su sustituto, sería probable que dos hermanos no dieran la misma respuesta. Pero como no hay dos sin tres, si alguien con una escucha particularmente entrenada nos oyera hablar de nuestras madres, probablemente tendría algo más información, información que no está disponible en el plano de la consciencia y que de todos modos nos define.

Esta es la calesita que nos toca, recuerden cuando dábamos vueltas en ella de pequeños, girábamos en el mismo lugar, no sabíamos si lo que estaba por venir (incertidumbre) era siempre lo mismo o algo había cambiado, porque hasta que no llegábamos al señor que tenía la sortija no sabíamos si alguien ya se la había llevado. Si aún estaba ahí, subía nuestro ritmo cardiaco y hacíamos nuestro máximo esfuerzo por alcanzarla, si fallábamos (muchas veces nos ha pasado), ensayábamos estrategias para poder hacernos de ella en la próxima vuelta y volvíamos al giro con la esperanza de que allí estuviese. Y cuando la agarrábamos estábamos plenos de felicidad por nuestro logro. La calesita se detenía y queríamos volver a subirnos. Con o sin sortija. Otras veces nos subíamos por el gusto de ver pasar las cosas, las escenas, de saludar a nuestros seres queridos en cada vuelta, otras por sentir la sensación de los caballitos que subían y bajaban e imaginarnos galopando con los pelos al viento, otras la fantasía de sentarnos en un coche y hacer de cuenta que manejábamos..., todos sabíamos cómo terminaba, pero aun así disfrutábamos y éramos felices.

Nosotros somos la calesita, somos nuestro propio eje, ponerlo en el afuera es quedar a merced de los oráculos de la antigüedad.

Hoy toca buscar cual es el lugar más seguro para poder seguir dándole vueltas y disfrutando de aquello que verdaderamente nos hace bien…la mejor manera, es ser conscientes de donde estamos parados y ser dueños de nuestras elecciones, cuanto más sepamos sobre nosotros mismos más libres seremos. Y de esto la IA, les juro, no sabe nada.

El saber está en nuestro interior, el límite es interno.