Cuál es tú Proceso?
De alguna manera esta pregunta podría ser aplicable para para cualquiera de nosotros, pensando en términos del proceso del cuál somos responsables, el proceso que tenemos que administrar, el proceso que debemos mejorar, el proceso que tenemos que gestionar, el proceso que tenemos que supervisar. Cuál es mi proceso? Como administradores de capacitación, no escapamos a esa pregunta y es necesario tener muy claro esa respuesta. Independientemente del tamaño de nuestra organización o de la estructura de la que formamos parte, tener muy claramente definido cuál es nuestro proceso y su alcance nos ayudará a administrarlo mejor y nos pondrá en una mejor posición para poder identificar los recursos que necesarios para el mismo así como para identificar lo que debe hacerse para mejorarlo de una manera continua y poder satisfacer las necesidades de nuestros clientes internos y externos.
La función de la capacitación, del entrenamiento o del desarrollo del talento, va mucho más allá de una serie de actividades aisladas que se realizan para atender solicitudes para capacitar a nuestro personal. Esas actividades deben ser parte de un proceso bien definido y establecido.
“Cuál es tú proceso?” me preguntaron una y otra vez auditores y clientes. El día que pude hacer la suma de todas las actividades que realizaba y armar el rompecabezas, pude darle un mejor sentido a todo lo que hacía como administrador de capacitación y colaborar de una mejor manera al logro de las metas de mi organización