Cuando alguna persona de tu equipo se siente enojado, triste o decaído: Reflexiones sobre el manejo de emociones en el entorno laboral

Cuando alguna persona de tu equipo se siente enojado, triste o decaído: Reflexiones sobre el manejo de emociones en el entorno laboral

En el ecosistema laboral actual, donde muchas veces los objetivos, los plazos y las métricas de rendimiento son muy frecuentes, existe una dimensión crucial que no debemos pasa por alto: LAS EMOCIONES HUMANAS. Como profesionales de Recursos Humanos, podemos identificar de primera mano cómo las emociones pueden afectar no solo el bienestar individual de los colaboradores, sino también la dinámica del equipo y, en última instancia, los resultados de las compañías. Lidiar con las emociones de las personas no es tarea fácil.


De hecho, es uno de los desafíos más complejos que enfrentan los líderes en todos los niveles de la organización. Sin embargo, saber qué hacer o decir cuando una persona se siente enojado, triste o decaído puede marcar una enorme diferencia para su bienestar, la calidad de las relaciones y el rendimiento del equipo.

El problema es que muchas veces equivocadamente optamos por no responder en absoluto. Pensar que hablar de emociones en el trabajo no es profesional o creer que no se tiene el derecho a intervenir en asuntos que consideran personales, es un error que puede tener consecuencias significativas.

Las investigaciones muestran que los equipos cuyos líderes reconocen y validan las emociones de sus miembros logran tener un rendimiento significativamente mejor que aquellos cuyos líderes ignoran o minimizan estas emociones. Esto claramente no debería sorprendernos. Los seres humanos somos emocionales por naturaleza, y nuestras emociones afectan cada aspecto de nuestra vida, incluyendo nuestra productividad y nuestra capacidad para colaborar con otros.

Cuando una persona reconoce las emociones de otra, envía un mensaje claro: “Te veo, te escucho, y me importa lo que sientes”. Este tipo de respuesta no solo mejora la relación entre el líder y el empleado, sino que también fortalece la cohesión del equipo y crea un entorno en el que todos se sienten valorados y apoyados. No hay una única manera correcta de responder a las emociones y mucho menos cuando estas son negativas, ya que la respuesta adecuada depende en gran medida del contexto. 

Sin embargo, existen algunos principios clave que pueden guiar a los líderes en estas situaciones:

1. Evaluar la situación con cuidado: Antes de intervenir, es importante entender el contexto por el que está pasando. Tomarse un momento para evaluar la situación puede evitar respuestas inapropiadas o contraproducentes.

2. Intervenir cuando sea necesario: En algunos casos, puede ser necesario intervenir con rapidez. Si un colaborador está claramente abrumado o afectado por sus emociones, una intervención rápida puede prevenir que la situación se deteriore aún más.

3. Validar los sentimientos: A veces, lo más importante que un líder puede hacer es simplemente validar los sentimientos del colaborador. Esto significa reconocer lo que la persona está experimentando sin tratar de minimizarlo o arreglarlo de inmediato.

4. Ofrecer consejos cuando sea adecuado: En algunas situaciones, después de validar los sentimientos, puede ser útil ofrecer consejos o sugerencias sobre cómo manejar la situación. Sin embargo, es crucial hacerlo de una manera que sea respetuosa y que no parezca condescendiente.

5. Dar espacio y tiempo: En otros casos, el mejor enfoque puede ser simplemente dar al colaborador el espacio y el tiempo que necesita para procesar sus emociones. Esto puede significar permitirle tomar un breve descanso o darle la flexibilidad para trabajar desde casa si es posible.

Un error común que podemos cometer muchas veces es sentir la necesidad de arreglar las cosas de inmediato. Es importante recordar que las personas no siempre esperamos que nuestro líder solucione todos sus problemas.

A veces, lo único que necesitamos es que alguien nos escuche, que nos reconozcan el dolor o la frustración sin intentar solucionarlo de inmediato. Al final del día, nuestra capacidad para liderar no se mide solo por nuestra habilidad para alcanzar metas y cumplir objetivos, sino también por nuestra capacidad para cuidar de las personas que hacen posible estos logros.

Los líderes que reconocen y responden a las emociones de sus equipos no solo crean un entorno de trabajo más saludable y positivo, sino que también impulsan un rendimiento superior.

Debemos recordar que las emociones son una parte integral de lo que significa ser humano, y que nuestras respuestas a las emociones de las personas que nos rodean pueden tener un impacto duradero en su bienestar y en el éxito de nuestra organización. Es hora de cambiar la narrativa y reconocer que hablar de emociones en el trabajo no solo es profesional, sino también esencial para el liderazgo efectivo.

Vanessa Ghigliani

Consultor de Operaciones Licenciada en Administración

3 meses

Excelente mirada Pato! Es fundamental empatizar con el Equipo!

Carlos Miguel Delgado Flores

Vice President of Security Transbanca, transporte de valores bancarios en Transbanca

3 meses

Buen día, 100% de acuerdo Patricio.

Jimena Santisteban

Líder en Recursos Humanos | Experiencia en Desarrollo de Talento & Cultura Organizacional | Talent Management | Mindset Agile | Experta en Soft Skills | Experiencia en desarrollo Comercial de Servicios B2B.

4 meses

Muy bueno Patricio Nobili , gracias por compartir estos temas que humanizan la gestión 😊

Jimena Rubinstein

Psicóloga · +15 años como Profesional de Recursos Humanos · Generadora de confianza · Impulsora del cambio en Gestión del talento · Experta en evaluación y diagnóstico

4 meses

Excelente artículo Patricio! 😀

Marta Herrera Rodríguez

Consultor en recursos humanos en Tyme

4 meses

👏

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas