Cuando decidí salir de mi zona de confort.

Como varias veces lo he dicho: Lo mejor está siempre por venir. Todo lo que anhelas llegará, en su momento pero llegará sí o sí.

Toda esta aventura de decisiones comienza mientras me encontraba en mi zona de confort: el clima laboral excelente, sentía que mi crecimiento personal y profesional había crecido, podía costearme las necesidades que tenía, etc. Sin embargo todo ello a base de mucho esfuerzo y de días de trabajo constante mayores a 12 horas diarias, sin contar fines de semana, sin la posibilidad de estudiar y darle más tiempo a mis amigos y familia por el cansancio o "X" excusa y con una compensación pendiente que no se dio. 

Yo ya había dado por terminado un proceso en el que había participado, por que como yo, otras personas que atraen talento se les olvida enviar el famoso correo de agradecimiento, pero como ya conozco este mundo seguí con mis días. Esa tarde de casual friday me llamaron y me invitaron a ser parte del proceso de selección no voy a negar que por un momento la pensé por que como dije, me encontraba en mi zona de confort, pero decidí arriesgarme y decir que sí participaría, para mi sorpresa me invitaron a una entrevista ese mismo día en la noche, yo estaba totalmente casual (polo, zapatilla y un saco) consulté si habría algún inconveniente con ello y me dijeron que no, que en realidad la cultura de esa empresa es totalmente casual, sport y comodidad. Genial. Pasé 2 entrevistas adicionales, una de ellas donde solamente quisieron conocer a Isabel Cordova como persona netamente y otra recuerdo que, como parte del proceso, jugamos Cranium!! (para los que anteriormente han jugado saben que en ese tipo de juego sale a relucir todo el Yo natural de una persona) y conocí excelentes personas. En la tarde de la última evaluación me dijeron que era la persona seleccionada y, para mi sorpresa (sí sorpresa por que si yo hubiera sido la seleccionadora de la posición necesitaría una segunda opinión por que habían excelentes talentos) ese mismo día me enviaron la carta oferta. Todo fue muy rápido, pero analicé los beneficios, saqué cálculos y todo era beneficioso (hasta mi mamá estaba preocupada que deje el otro trabajo pero le explique y entendió). Sin embargo había algo que no me dejaba tomar la decisión de forma inmediata: mis compañeros, el clima laboral, los amigos que dejé en el ex trabajo eran casi hermanos, un equipo multidisciplinario de las que están hombro con hombro contigo en las buenas y malas, conversé con la persona más allegada a mi y me hizo entender que ésto era una etapa, que si me iba a otra empresa la amistad seguiría y siempre deseándome lo mejor. Sinceramente me tomo por sorpresa el apoyo tan grande del equipo, lamentaba que me fuera pero felices por mi crecimiento. Tomé la decisión, lo comunique a mi jefatura y valoro mucho el apoyo incondicional desde el primer momento de mi decisión con ella.

Con esta historia quiero decirles que tomar una decisión desde participar en proceso a aceptar una oferta es totalmente difícil pero no imposible. Quizá esa nueva oportunidad que siempre has anhelado está a puertas de tu vida, pero no la tomas por que estás en tu zona de confort, por que te llama un número desconocido, por que queda cerca a tu casa, esas son excusas de una persona conforme con todo. Busca cosas nuevas, busca salir de tu caja, conoce a nuevos equipos, investiga la innovación en tu rubro y conoce más, alimenta tu mente y alimenta el alma.

Recuerda que en casa hay personas que te esperan, y en tus amistades hay personas que te extrañan.

Ahora soy la persona que más pregunta del nuevo equipo, y quiero agradecerles la disposición desde el primer día de trabajo. Ya poco a poco conocerá a la Isabel irreverente, sonriente y con un carácter peculiar.