CUANDO EL MIEDO DOMINA NUESTRAS DECISIONES

El miedo es la presunción de que ocurra algo que no quiero que ocurra, el miedo nos puede angustiar porque imaginamos la presencia de un peligro real o imaginario y que justamente nos lleva a utilizar algunas defensas.

En la vida cotidiana y en las empresas nos encontramos con personas que tienen “MIEDO”, podríamos citar el miedo a comprometerse, entonces surgen estas defensas: evasión, control  y/o  victimización.

 Por ejemplo:

 -      Me están solicitando que destine a alguien del equipo a que se integre a la comisión mixta de seguridad, pensé en ti porque creo que puedes hacerlo bien.

-      Fijate que ya formo parte de la migración de los sistemas a SAP y el estar en esta comisión me puede distraer de mis actividades cotidianas y del proyecto de SAP

 Aquí podríamos decir que la persona utiliza una salida o recurso para afrontar un compromiso laboral, esto podría ser la EVASIÓN.

En la parte de CONTROL, recuerdo que una mujer que tenía el puesto de Asistente de la Dirección de Operaciones gustaba y casi casi exigía que le sonrieran y la trataran como la primera dama, si esto no pasaba, no le compartía documentación al Director para firma, lo que ocasionaba retrasos en la operación administrativa y por supuesto, enojo de colaboradores y proveedores.

Esto denota el querer y tener cierto dominio sobre los demás: CONTROL.

Como ejemplo de VICTIMIZACIÓN:

-      Te estoy citando como área de R.H. porque me comenta tu jefe que te has retrasado en los entregables con los Clientes y ya ha recibido varias quejas, ¿qué me puedes decir al respecto?

-      Nadie hace su trabajo y entonces retrasan el mío, mi jefe no me ayuda en nada, se la pasa en juntas, mis compañeros de área no saben hacer equipo… etc, etc, etc.

Recopilando todo lo anterior, podemos ver a los otros y vernos a nosotros mismos utilizando la evasión para integrarnos a proyectos o el control que tiene que ver con el dominio sobre los demás, o también la victimización que no es otra cosa que culpar a los demás y poder manipular las circunstancias a nuestro favor. 

Y aún, cuando cada caso tiene su contexto y es muy específico, pareciera que cuando el miedo aflora, domina nuetras decisiones, por lo que entonces pudieramos utilizar estas defensas para no comprometernos y tal vez muy en el fondo, lo hacemos para evitar que ocurra lo que NO queremos que ocurra; como el que se den cuenta que no tengo mayor capacidad de hacer otras labores o que necesito tener el control de todo para que vea mi Jefe que soy necesaria o  me victimizo culpando a todos y no me hago responsable de mí y de mi labores.

Pero, ¿cómo se vence el miedo? El miedo se vence haciendo las cosas, en la acción, confrontándome, arriesgándome a que me puedo equivocar y en el camino aprender de la experiencia y así, tomar decisiones.