Cuando el trabajo por objetivos y en remoto son las claves de una conciliación real

Me llamo Andrea Martínez Bernardini, y soy doctora en Biotecnología. Tras años en investigación académica di el salto a empresa en 2018. Tengo dos niños de 1 y 3 años, y un marido implicado al mismo nivel que yo en la crianza. Éste último factor es ya de por sí favorecedor, pero además tengo que destacar que mi empresa, Zymvol Biomodeling, ha hecho, desde siempre, todo lo posible para que yo pueda no sólo mantener mi puesto de trabajo, sino continuar con mi carrera laboral.

Si bien no todo es “ideal/perfecto” (no se puede trabajar como si no se tuviera familia, ni ser padre/madre como si no se tuviera que trabajar, pero sí se pueden encontrar puntos intermedios suficientemente buenos), creo que mi caso es realmente positivo. Para empezar, no me pusieron problemas para volver a Madrid, de donde soy originalmente, desde Barcelona, para poder tener más apoyo familiar con los dos peques.

En el caso de Zymvol, aparte del trabajo en remoto, es clave el horario flexible y el trabajo por objetivos. Leyendo otras historias de conciliación parece que, efectivamente, éstos son los denominadores comunes de un trabajo compatible con la conciliación familiar.

Creo que esta forma de trabajar está muy unida a la cultura de la empresa, independientemente del tamaño de la misma. Yo siempre pensé que estas medidas más favorables sólo las podían aplicar empresas muy grandes y con muchísimos recursos. Sin embargo, en una empresa relativamente pequeña como Zymvol, esto sí es posible. Lo es gracias al liderazgo (femenino) de nuestra CEO María Fátima Lucas, que decidió que quería hacer las cosas de forma diferente a la tradicional (entre otras cosas, poniendo en el centro el bienestar de los empleados, sin por ello renunciar a la calidad de trabajo y resultados). Me he dado cuenta de que, en realidad, tiene mucho que ver con el firme compromiso de crear una relación de confianza mutua (este punto, el compromiso real por ambas partes, creo que es clave).

Como trabajadora, un trato así me hace sentirme valorada, da mucha satisfacción como profesional, y al mismo tiempo una siente la responsabilidad (y voluntad) de responder a esa confianza. Por tanto, no hace más que motivarme a seguir trabajando para Zymvol. Por otro lado, tengo que reconocer que además por mi parte también he evolucionado y aprendido nuevas “skills”: organización y gestión del tiempo finísima, a priorizar (de verdad), aprender a ser práctica.

Sin embargo, no puedo dejar de destacar que tener un marco regulatorio favorable es imprescindible para que especialmente empresas como la nuestra puedan afrontar bajas (de pa/maternidad u otras), contratación de personal extra si fuera necesario, etc. Es el encaje de todas las partes (apoyo/medidas de conciliación de la empresa, apoyo de las autoridades/leyes, apoyo del entorno personal) lo que hace que la conciliación real funcione.

Decir que me siento afortunada es agridulce, ya que por supuesto agradezco cada día las condiciones laborales que tengo, pero al mismo tiempo me entristece ser una excepción. Sin embargo, iniciativas como esta para visibilizar historias positivas, espero que sirvan de inspiración tanto para trabajadores como empresas, que puedan ver que otra forma de hacer las cosas es posible (sin afectar a la calidad de los resultados de la empresa) y que seguramente algunas de las medidas mencionadas se podrían adaptar a diferentes puestos de trabajo.