Cuando te piden una cotización (pero en realidad te están pidiendo un milagro)

Hace poco se me acercó un organismo operador preocupado por el tratamiento de aguas residuales de un parque industrial bajo su jurisdicción. Este organismo operador, es responsable del suministro de agua potable y del saneamiento de las aguas residuales de las diferentes empresas que conforman el parque.

El encargado del proyecto (del organismo operador) pidió se le cotizara una planta de tratamiento de aguas residuales, y tenía una petición especial: quería saber el costo de una PTAR 100% fisicoquímica, otra 100% biológica y otra híbrida; es decir, tres cotizaciones distintas.

Me le quedé viendo y no sabía si reír o llorar. Lo había dicho como si se tratara de cotizar 3 modelos diferentes de zapatos, 3 tamaños de hamburguesas, 3 celulares diferentes. ¿Me siguen?

Para enlodar más el asunto, me explicaba este encargado que a su drenaje llegaba la combinación de 3 corrientes diferentes: aguas residuales sanitarias, aguas residuales industriales (distintos tipos de industria), y aguas lluvias.

En este punto, se me empezaba a escapar una lágrima. Pedían un milagro, no un presupuesto.

Cuando pregunté por el flujo o caudal a tratar, me respondió que no sabía a ciencia cierta porque aún no estaban instaladas todas las industrias que conformarían el parque. Le pedí proyecciones, pero tampoco me supo responder. Obviamente tampoco había caracterizaciones por ningún lado.

Suspiré, no una, sino varias veces. Sabía que no tenía que cotizar nada. Lo que tenía que hacer era explicarle su situación. Que sin datos de flujo, proyecciones o caracterización es jugar a adivinar. Que pretender tratar la mezcla de 3 corrientes de agua tan distintas es complicarse la vida innecesariamente. Que conocer el costo de un tipo de tratamiento no sirve de nada si no tienes ni idea cuánto te va a costar operarlo.

Lo más triste de todo, y que no me deja dormir en las noches, es que seguramente vendrá un proveedor de “plantas de tratamiento” que les cotice a pesar de todo. Y que el precio les enamore y levanten la orden de compra.

(Suspiro).