Cuando tendremos nuestro propio "Stonewall"

Hace 50 años la comunidad LGTBI en Estados Unidos se unió para decir "basta", todo se presentó a raíz de varios sucesos violentos en algunos bares donde los gay disfrutaban de forma clandestina sus "libertades", pues creanlo o no hace 50 años en muchos países era delito la homosexualidad y cualquier acto homosexual; actualmente todavía hay alrededor de 70 países que penalizan la homesexualidad.

En los años 90´s en Colombia era aún un tabú ser homosexual y aunque no era penalizada, la sociedad si se encargaba de hacerlo. Para los que nunca han sentido acoso, discriminación o algo por el estilo, les hago un símil para que puedan apenas atisbar qué significa ser violentado por la orientación sexual. Piensen que esto es igual a tener que cargar un enorme peso todos los días, además de tener que esconder esas cargas siempre y aguantar toda serie de comentarios, matoneos, violencia física y psicológica; donde vivir el día a día se vuelve todo un desafío. Siempre he admirado aquellos personajes transgresores que no les importaba lo que la sociedad pensaba de ellos y que de alguna forma han sido marginados, pero le han abierto el camino a otras generaciones para continuar luchando por derechos que están constituidos, y que se siguen desconociendo. Hasta hace apenas dos décadas la corte constitucional se pronunció a favor de la población homesexual en Colombia, por lo que el desafío incluso hoy es mayor, para no retroceder como hoy lo viven los afroamericanos en Estados Unidos.

Debo confesar con toda vergüenza y desprecio a mis actos, que para poder sobrevivir al cruel mundo colegial, yo mismo hice lo que hoy llaman "bullying" algunos compañeros que si fueron valientes en ese entonces y no escondieron su esencia. Por años he tenido que llevar esta carga, pues es triste aceptar esto, por miedo y para poder sobrevivir ambientes violentos, me convertí en eso que toda la vida he despreciado. Siempre he considerado que la sociedad Colombiana es pasiva e indiferente ante los fenómenos sociales relevantes y nunca ha querido reivindicar sus derechos, los cuales han sido siempre vulnerados por la corrupción y la violencia. En este país siguen matando líderes sociales y no hacemos nada, los pocos que alzan la voz son observados como unos desubicados y que no hacen nada productivo. He participado en varias marchas sociales y siempre he observado la poca participación de la gente, además de mucha indolencia hacia lo que sucede. Solo pude ver por TV en el extranjero la marcha a favor de la paz donde todos los Colombianos por fin se reunieron en una sola voz, se movilizaron juntos por una causa, pero me tocó verlo desde afuera y emocionarme desde lejos.

Se estima que el 10% de la población en el mundo es homosexual, siempre se ha hablado de este porcentaje que la verdad no tienen mucho sustento científico, pues aún mucha gente prefiere estar en el anonimato; sin embargo si tenemos en cuenta este dato, en Colombia se estimaría más o menos que cinco (5) millones de personas son homosexuales, lesbianas, transgénero y todas las formas diversas de identidad de género. Con este número nada despreciable, han sido pocas las oportunidades en las que la comunidad ha salido a las calles a decir "basta" ante actos violentos que todavía acontecen en este país en contra del colectivo. En el 2018 un señor violento e ignorante y probablemente con miedo a su sexualidad, acusó a dos jóvenes de estar tocándose enfrente de unos niños en un centro comercial reconocido, creando una polémica alrededor de un acto tan normal como tomar de la mano a una persona y como siempre fueron poco los que se manifiestan en actos diferentes a las redes sociales. Al día de hoy, todavía hay personas que dicen que no tienen nada en contra de la población LGTBI, pero..., ese "pero" es el gran problema, pues en ese "pero" se esconde de forma cínica y según ellos educada un tufo pestilente de discriminación. Las redes sociales en egipto permitieron convocar a lo que conocemos hoy como "la primavera Árabe", en colombia nos movemos mucho en las redes sociales, pero todavía nos quedamos ahí no logramos convocar masivamente gente a las calles en comparación con la cantidad la población en total.

Los latinos no somos muy buenos en la reivindicación de nuestros derechos, hay casos aislados, aún estamos todavía en pañales en comparación con otras sociedades, bueno apenas tenemos 200 años de existencia como naciones. Parece que el colonialismo, el miedo y la indiferencia aun reina en nuestra sociedad. No hay ningún país Latino, que se salve de la corrupción, pobreza, violencia e indiferencia de las mismas clases sociales o familias que vienen manejando estos territorios y son pocos los que salen a las calles frente a la cantidad de población que representada. Por que además las marchas y movilizaciones sociales también ha sido censuradas y estigmatizadas. Al ver hoy lo que está pasando en Estados Unidos con el movimiento "Black live matters", me recuerda que el próximo 21 de junio la comunidad LGTBI vuelve a celebrar la marcha del orgullo gay en todo el mundo y aunque se han logrado avanzar en muchos temas; todavía estamos en el camino más difícil, pues las leyes están en el papel y ahí parecen que estan solo de adorno, porque en la conciencia y paradigmas de muchos ciudadanos existe aún el miedo a lo diverso.

La marcha de orgullo gay nos recuerda los objetivos y motivos de "Stonewall" y parece que vamos olvidando esos motivos, todavía al día de hoy debemos ayudar a caer en la cuenta a muchos ciudadanos que "gay lives matter" también. Varias veces he sido discriminado laboralmente por mi condición sexual, de muchas formas he tenido que enfrentar momentos en donde mis capacidades intelectuales se reducen a nada y mi sinceridad y libertad es coaccionada. Incluso he sido víctima de mis propios actos colegiales y como un karma he recibido intimidación por parte de personas que yo mismo sé son homosexuales y que hacen lo que hacen solo para sobrevivir y seguir escondidos por el miedo de perder sus trabajos, privilegios o "status". Muchas veces me he sentido frustrado ante tanta injusticia y yo mismo he sido indiferente también con otras causas.

Todavía sueño en que podamos tener nuestro "Stonewall" local, no la marcha de cada junio, si no la reivindicación real de derechos que se siguen vulnerando. En Colombia, la policía, las instituciones, empresas, estado, algunos ciudadanos, organizaciones al margen de la ley y la religión violentan a la población LGTBI. Como sociedad tenemos muchas otras formas atroces y absurdas de discriminación, algunos en la sociedad no la pasan bien. Imagínese a un hombre afro, mayor de 45 años, homosexual, que proviene de una condición social pobre y que además vive con VIH. Estos ejemplos existen y son muy comunes;solo imagínese lo que estas personas tienen que vivir, cómo deben enfrentar muchos más obstáculos y muros impuestos para continuar privilegiando a unos pocos y una mentalidad machista que nos ha empobrecido durante años. Es hora de un cambio y una construcción de sociedad incluyente con todas sus diferencias y más activa políticamente, pues creemos que la política solo tiene que ver con partidos o ideologías y esta hace parte de nuestra cotidianidad y representa todas las acciones y decisiones que tomamos para la construcción de lo que todos llamamos "sociedad", ese gran privilegio que aún no ganamos. En otra oportunidad escribiré sobre la cooperación y como está podría ayudarnos a sobrepasar nuestros desafíos y tener nuestro "stonewall" real; como economista creo que el individualismo ha sido el encargado de poner en jaque el modelo económico y productivo que vivimos y que ha alimentado esos odios y estúpidos actos de discriminación. Pero en medio del COVID19 tengo fé y sé que algún día en Colombia tendremos realmente nuestro propio "Stonewall".

Escrito por: Juan Pablo Soto Araque (Economista/ Financista/ Productor Audiovisual)