Cuando a todo lo rural lo llamamos “agro”

Puede ser apenas normal que cuando hablemos del sector rural, nos remitamos a utilizar muchos términos que se refieren al “agro”, un prefijo que es bastante nombrado cuando hablamos del campo, y no es para menos, pues su etimología de origen griego indica eso, que es “campo”.

Es ahí cuando hablamos de la AGRIcultura como labranza o cultivo del campo, el AGRÓnomo quien es la persona que profesa la AGROnomía, aquel grupo de conocimientos que se pueden aplicar al cultivo del campo. Tenemos AGRIcultores, que tienen por oficio trabajar la tierra, que pueden tener AGROempresas, aquellas unidades económicas de producción de mercado AGROpecuario que genera utilidades, y todo esto se lleve a cabo en un sistema llamado AGROnegocios, en el cual participan todos los actores dentro del sector rural, y aquí es el punto en donde “se peca” cuando se pone el prefijo “agro” a todo lo rural.

A partir del concepto de “nueva ruralidad”, además de varios cambios estructurales y socioculturales que trajo consigo la globalización, como el papel de las grandes empresas agroalimentarias transnacionales dentro de la cadena de valor y la soberanía alimentaria, el papel del campesino como un actor migrante y que tiene múltiples ocupaciones diferentes a las del campo, entre otras que se podrían discutir en otro escrito, tenemos un habitante rural que no sólo se ocupa de las actividades agropecuarias, ni agrícolas, sino a actividades ajenas o indirectamente relacionadas con todo lo que podemos llamar “agro”. Actividades como el turismo en sus diferentes formas aplicables al mundo rural (ya no a un sector rural), a servicios complementarios que apoyan las labores de las agroempresas y de los cultivos, a nuevos actores llamados “neocampesinos” que, por voluntad propia o nuevas oportunidades, deciden migrar de las ciudades a los campos, y trabajan digitalmente en las zonas rurales que lo permiten. Toda esta completitud que generan estos actores y estas dinámicas que se reconocen desde la década de los sesenta, es lo que nos permite decir que el prefijo AGRO no es completamente descriptivo para definir el mundo rural. Podemos decir que hasta nuestra forma de comprar alimentos afecta este mundo rural, comprando a la tienda local que le compra directamente al campesino, o comprando a las grandes superficies que tienen en medio a varios intermediarios en la cadena de valor.

Es importante entender la complejidad y la diversidad de actores y fenómenos que se generan en ese mundo rural, no sólo es todo lo AGRO, que aunque implica ser una parte importante en el campo, es eso, una parte de lo que el mundo rural ofrece hoy en día para generar nuevas oportunidades, una economía sólida a partir de actividades rurales, y unas dinámicas socioculturales en donde el único actor, no es ni el AGRIcultor, ni el CAMPesino, sino somos todos.

Escrito por: Neydú Guana Ortiz