Cuando tu mente dice una cosa y tu corazón otra
“Decidir cuando tu mente te dice renuncia y tu corazón te pide a gritos un último intento” ¡Qué gran disyuntiva!
Tu parte racional te dice A y tu parte emocional te dice B y así terminas en una perfecta sopa de confusiones ante una situación en la que no sabes cómo actuar. Cuando quieres hacer lo correcto pero no sabes cuál de las alternativas es. Y sobre todo cuando no te quieres arrepentir después, entonces todo te da vueltas una y otra vez. Que si, que no. Que si, que no. Y si……? Y si seguimos así no avanzamos…
Cuantas veces nos ha pasado, ¿verdad? pero si es de lo más común. Lo importante es que logremos que nuestra mente y nuestro corazón se pongan de acuerdo en un determinado tiempo, no importa cuál sea el resultado. Si acertamos o no, lo que interesa es el proceso y avanzar.
Razón y corazón. Pensamos y sentimos a la vez.
El corazón es intuitivo y cuando nos dice algo es mejor hacerle caso, aunque no siempre nos lleve a la felicidad que buscamos. A veces, hay que equivocarnos para aprender, pero eso sí, nunca arrepentirnos.
“Todo lo que haces es lo que quieres; si quieres algo y no lo haces te
atormentará siempre; y si no vives, será tu mayor reproche".
Entonces hay que probar.
Pasa muchas veces que la intuición del corazón sirve para advertirnos, jugando un papel esencial en la toma de decisiones. El momento de la advertencia, nos puede ahorrar muchas lágrimas, dolor o rabia.
La razón por su lado es crítica, es controladora, muchas veces nos hace tomar decisiones en contra de nuestra voluntad pero para que no nos hagan daño, cuando gana la razón controla de alguna manera al corazón. A eso yo le llamo gestionar.
“Gestionar lo que sentimos es imprescindible para recordar lo que merecemos”
Cuando nos decepciona una persona a la que queremos mucho, no solo nos duele el alma sino que entramos en un juego de contradicciones entre el corazón y la mente. Queremos perdonar (corazón) pero no podemos olvidar (razón). Y cuando estamos a punto de hacer borrón y cuenta nueva y olvidarlo todo (razón), los recuerdos de la decepción nos duelen de nuevo (corazón).
¿Cómo hacer para que el corazón y la razón se pongan de acuerdo?
Aquí te dejo cuatro pasos:
No.1. Darles tiempo, que se reconozcan, que conversen
No.2. Gestionar, lo mencioné arriba, evaluando que es lo mejor para ti
No.3. Lograr estar en paz contigo mismo. Esa paz es lo que más te debe importar.
No.4. Avanzar, seguir adelante y nunca detenerte
Dicen que son nuestros sentimientos los que marcan el camino, pero que es la cabeza quien escoge la mejor forma de situarnos en él.
¡Un abrazo fuerte y una linda semana!
Mariela Guerra Ponce
Coach Neurolingüístico
ICI 9298