Cuando ya existe un plan B
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Cuando ya existe un plan B

Yo me fui de mi casa como a los 24-25 porque no soportaba más vivir con mi hermana. Aproveché que me la llevaba muy bien con una novia y ya estaba trabajando para hacerlo.

Unos 3 años después terminamos y no pude volver porque mi sobrina ya vivía en el que antes era mi cuarto y además iba a ser muy raro volver a la casa después de haberme ido y no tener que rendirle cuentas de nada a nadie.

Al principio fue un poco duro acostumbrarme a vivir solo, igual como me ha pasado estos dos años en Medellín. Siempre suele iniciar con un accidente...

En Bogotá me abrí la cabeza porque me caí por unas escaleras y aquí me dieron un golpe en la oreja que me perforó el tímpano.

Ya luego de todo eso, suele venir la parte buena, mis mejores trabajos y todo lo que me he podido divertir, ha sido gracias a estar viviendo solo. 

En Bogotá mi mamá estuvo vivendo sola después y me decía que lo que necesitara, ella me apoyaba. Hablábamos mucho de eso cuando yo cambiaba de trabajo, que era como cada 6 meses.

Sabía que podía arriesgarme a tomar decisiones porque si todo salía mal, tenía ese plan B que era poder volver a la casa. Nunca tuve que usarlo.

Antes de venirme a vivir a Medellín, mi mamá me decía que le gustaba la idea de venirse a vivir a esta ciudad también y eso era bueno porque seguiría contando con ese apoyo en caso de ser necesario.

Siempre me decía que yo trabajaba mucho y que viviendo con ella podría descansar cuando estuviera sin trabajo y así no tener que pagar servicios y esas vainas. 

El caso es que ella falleció hace unos 5 años y ese plan B que siempre me proponía ya no está disponible, hoy no existe el plan B.

Hoy los riesgos que tomo son sin una malla debajo por si me caigo y eso hace que deba ser más cuidadoso, arriesgando hasta cierto punto, pero ya sin ir al extremo, solo antes del borde o algo así.

El caso va a que mucha gente aún vive con sus papás, en su casa y no lo aprovecha, no aprovecha para montar algo o crear alguna vaina y prefiere seguir ahí, trabajando en el mismo lugar que odia 10 años más, sin arriesgarse a ver de qué se está perdiendo.

#microhistorias

Javier Marrugo

Comunicador Social - Gestor de Marketing

4 años

Yo me fui de mi casa desde los 20, aún estoy aprendiendo a sobrevivir. Pero la satisfacción de tranquilidad que sientes al llegar al apartamento y no rendirle cuenta a nadie. ¡es unica! ¡Buen texto Ricardo!

René Tabilo Álvarez

Director de RR. HH. en Confidencial | Magíster en Administración

4 años

Machado tiene razón Ricardo Fraile Rojas, Caminante no hay camino, se hace camino al andar 🚶🏼...

Lorena del Rosario Mormino

Comunicación, atencion al cliente, secretaria

4 años

Yo me fui de casa de mis padres recién a los 36 años jaa. Me fui a mi Propia casa con pareja y embarazada. Trabaje en relación de dependencia y después dejé todo. Me pude mi negocio propio. Pero siempre vuelvo a la casa de mis padres a agradecer todo su apoyo que hasta hoy me brindan.

Pero es que perder esos "lujos" de comer, rumbear y pasear en los sitios de moda, con el "gran sueldazo" que ganan (porque 1'500.000 para quien no tiene que pagar un carajo es un "sueldazo") los aterra. Lo digo porque yo fui uno de esos, y es esa sensación de miedo, lo que pone a prueba de lo que somos capaces, y aún no sabemos. 👣😁

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