CUATRO RAZONES POR LAS QUE CUESTA TANTO DELEGAR
Así como hay personas para las que delegar pareciera ser algo innato ya que fluye de manera natural, para otros no es tan sencillo.
Delegar es un proceso y por lo tanto requiere tiempo y planificación. Por lo general las personas reacias a delegar me dicen: Yo lo hago más rápido que si lo explico. Sí, puede ser cierto para la primera o segunda vez, luego ya no aplica esa creencia. Invertir tiempo en explicar rinde en el mediano y largo plazo.
Delegar en cierta forma es enseñar o capacitar, lo cual ya es una habilidad en sí. Definir antes de explicar. Aclarar conceptos. Despejar dudas. Organizar la información, datos; ordenar los pasos o etapas de una tarea, comunicar con claridad un proceso. Recordar que lo que es obvio para una persona realizando esa tarea durante años para una que recién empieza no lo es.
Delegar implica también aceptar que puede haber otras formas de realizar las cosas distintas a la nuestra. Distintos caminos para llegar a un mismo resultado. Es que no lo hace como lo hago yo. Esta es también una queja frecuente. Aceptar que el colaborador no es un clon del jefe y está muy bien que no lo sea.
Y por último pero no por ello menos importante, no terminar de apropiarse del rol. El gerente o jefe tiene principalmente que crear y consolidar equipos que logren resultados, tengan una alta performance en un ambiente armónico.
Si te cuesta delegar, identificar algunas de estas razones es el primer paso para el cambio!