The Cubs Way: Liderazgo y Beisbol Parte I
Tengo un gran gusto por los libros de béisbol, lo cual muy probablemente se deba a que llevo siguiendo este deporte desde que tenía 8 años de manera apasionada. Sin embargo, también he generado un aprecio considerable hacia las lecturas relacionadas al liderazgo y superación personal.
En la más reciente obra del reconocido periodista Tom Verducci, titulada The Cubs Way, encontré una agradable combinación de ambos temas.
De manera amena y precisa, Verducci nos narra la historia de como el equipo de béisbol que duró 108 años sin ganar un campeonato, los Cachorros de Chicago, se convirtió en el campeón de la Serie Mundial el año pasado.
Tan sólo cinco años necesitaron de que comenzó su restructuración, misma que dio inicio con la contratación de su director de operaciones, Theo Epstein, para llegar a lo más alto.
Theo Epstein se encargó de reestructurar a los Cachorros de Chicago desde abajo.
En noviembre del año pasado los Cachorros levantaron el trofeo de campeones por primera vez desde 1908, año en el que Porfirio Díaz aún era presidente de México, el modelo “T” de Ford recién salía al mercado y aún no se vivía ninguna Guerra Mundial. La sequía más grande del deporte terminaba con un equipo conformado en su mayoría por jugadores menores de 25 años y con una selección estratégica de veteranos.
Sin duda una gran historia para cualquier aficionado al deporte. Pero la historia detrás de ese éxito es aún mejor, y eso es precisamente lo interesante del libro.
Al final del día un equipo de béisbol es una empresa y como tal, los resultados no llegan en base a talento únicamente.
Estos son 10 puntos que encontré en el libro que aplicaron los Cachorros de Chicago para volverse exitosos y que considero que también los pudiera aplicar cualquier persona que ejerza un rol de líder en una empresa, institución, equipo deportivo o grupo político.
1) Contratar personas no sólo en base a talento, sino también actitud.
Cuando Theo Epstein tenía apenas 30 años y fungía como Gerente General de los Medias Rojas, ya contaba en su CV con haber armado el equipo que terminó la “Maldición del Bambino” en Boston, la cual duró 86 años.
Epstein, quien es egresado de Yale, llegó a Chicago con la encomienda de terminar con otra sequía, sólo que esta más larga aún.
El directivo que muy probablemente termine en el Salón de la Fama del Beisbol, hizo énfasis desde el principio que quería no sólo un buen equipo dentro del campo, sino también un grupo de buenas personas fuera de él.
De poco serviría todo el talento que pudieran comprar y desarrollar si el ambiente en la caseta era venenoso y negativo. Eso a la postre se traduciría en resultados pobres en el terreno de juego.
Me parece que las empresas a veces se fijan mucho en lo que ha logrado la persona profesionalmente o con cuanta experiencia cuenta, y si bien es importante, también lo es que actitud tendrán sus empleados para afrontar sus actividades diarias. Existe un candidato que no tiene experiencia en el ramo pero tiene deseos de aprender? tiene ambición? y encima de todo sabe trabajar en equipo debido a la facilidad que tiene para tratar con otras personas?
Entiendo que la experiencia es importante dependiendo de la jerarquía del puesto, pero también lo son factores como los mencionados anteriormente y siento que muchas veces se pasan por alto.
2) Hay que tener un buen líder al mando, no sólo un jefe
A principios del 2015 Joe Maddon se convirtió en el manager de los Cachorros de Chicago. Un estratega muy reconocido por crear sinergia con sus jugadores, y sobretodo por hacer a su antiguo equipo de Tampa Bay una escuadra competitiva a pesar de tener uno de los presupuestos más bajos de la liga.
Su éxito no sólo se debe al profundo análisis que hace de sus rivales y al intenso estudio que realiza de todo tipo de estadísticas. Maddon ha logrado grandes cosas gracias a que sabe como sacar la mejor versión de sus jugadores.
El tener un buen jefe es algo muy relativo. Algunos considerarán un buen jefe a aquel que “no cargue mucho la mano”, o que regañe poco.
Afortunadamente puedo decir que he tenido buenos jefes en lo que va de mi carrera profesional, que no es mucho. Por otro lado no todos mis amigos pueden presumir de lo mismo, lo que ha hecho que algunos busquen trabajo por otro lado o que tengan que atenerse a sus actividades en extrema incomodidad.
Digo que he tenido suerte porque las personas a las que he tenido que reportar me han generado confianza en vez de miedo y me han hecho exigirme a mi mismo más de lo que pensé que podía dar.
A mi parecer un buen jefe es aquel que cuando hay que llegar a un objetivo, te guía y no sólo te manda. Si hay necesidad de enseñar lo hace y con buena actitud y no como que lo estás haciendo perder el tiempo (aunque si lo estés haciendo).
Joe Maddon tenía un sistema de multas mediante el cual hacía a sus jugadores sacar un papel de una caja cada vez que cometían un error. En el papel venía el nombre de un vino y el jugador debía llevarle a Maddon esa botella al día siguiente. Si bien la actividad era original, Maddon se dio cuenta que no lograba nada positivo castigando a sus jugadores y menos exponiéndolo ante sus compañeros, por lo que decidió eliminarla de su sistema.
Está claro que si no nos señalan nuestros errores nunca podremos aprender de ellos, sólo hay que saber como recalcarlos.
Continuará..