Es la trama...
Esta mañana, muy temprano, salí a hacer ejercicio. En el corredor me crucé con una persona de más o menos mi edad, estaba todo sucio con barro. Lo miré, sonrió y siguió en lo suyo. Estaba aprendiendo a andar en rollers. Hacía unos metros y se caía, hacía unos metros y se caía, pero no paraba. Se ve que se había caído en el barro, por eso estaba así. Pero no se daba por vencido. Dí mil vueltas al velódromo en mi bici y él seguía intentado.
Pensé que de eso se trata la vida. No importa la cantidad de caídas en los pozos de barro, importa que la suma de todos esos pozos y siempre sea una cantidad menor a los intentos de ponerse de pie.
Seguí dando vueltas y me crucé con una pareja que venía de frente, contra el sentido se giro. Era un corredor ciego atado a su guía. Corrían como si no hubiera un mañana, sin parar. Se los veía felices, atados, y felices. Pensé que de eso se trata la vida, de atarte a tus guías y disfrutar confiando en ellos. No importa cuantas ataduras tengas, importa que cada una de ellas sea de confianza y te haga feliz.
Decidí volver a casa, ya era hora. Y al volver pensé en Gallardo. El flamante ganador de otra definición contra su eterno rival, había ganado en 2014 la Copa Sudamericana a 15 días del fallecimiento de su madre. Al terminar el partido recordó cuando su madre lo llevaba a entrenar. Las horas que pasó ella sentada en los escalones fríos esperando que Marcelo termine de jugar. Los viajes que de pequeño su mamá tuvo que hacer con él para jugar en lugares recónditos. Y sí, se quebró... Y pensé, de eso se trata la vida, de recordar el camino. El camino que recorría a los tumbos el de los rollers. El cieguito atado a su guía. Y Gallardo con madre. Para todos, para el que suele caerse, para el que tiene un problema, para el exitoso y ganador, para todos, es el camino lo que importa, no la llegada. La llegada es un accesorio imprescindible para avanzar, es el objetivo, pero no es lo importante.
"Amar la trama más que el desenlace", dice el poeta Drexler.
Vivimos la exacerbación de la llegada, del objetivo, de ser los primeros. Porque ser el primero es sinónimo de ser el mejor. El primero es siempre el mejor. Pero...
- Yo llegué primero, y vos?
- Yo llegué feliz!
Entonces, qué es lo más importante? Ser el primero, o hacer un camino feliz?
En eso estamos, ahí vamos.
Pablo.-
Apasionado por los Procesos, Automation y QA.
5 añosChapeau !