DÍA MUNDIAL DE LOS OCÉANOS

El inmenso y delicado mar

Siempre que escribo un artículo sobre la concientización ambiental, no puedo dejar de mencionar el nivel de responsabilidad que nos ocupa, en los padecimientos ambientales por los que atraviesa nuestro planeta y en la desidia de nuestras acciones con respecto al cuidado de los recursos naturales.

En esta ocasión quiero invitarlos a poner en marcha los motores de la concientización con el claro ejemplo que nos brinda el más abundante de los recursos naturales del planeta… el agua haciendo hincapié en nuestros océanos.

Antes de continuar con el desarrollo de este articulo es conveniente recordar la importancia del vital elemento en el delicado equilibrio natural.

En principio debemos mencionar que queda muy claro que es inevitable no caer en el recurrente concepto de que el agua es la fuente de vida, pero no por reiterado deja de tener absoluta veracidad. Si consideramos que la vida se generó en el agua, que los organismos vivos tienen en su composición un porcentaje que oscila entre el 60% y 90% del vital elemento y que en el mundo el 70% es agua en sus distintas fases, en lugar de ser planeta tierra debería llamarse planeta “agua”.

Ahora bien, dejando de lado estas cuestiones semánticas, analicemos la importancia de este elemento para la vida, para el suelo y para la regulación climática del planeta.

Como dijimos en un principio el agua es fuente de vida, esto no es una mera frase, sino que es una verdad biológica irrefutable porque todo ser vivo necesita el agua para realizar todos sus procesos vitales, la falta de este valioso elemento produciría un colapso ecológico para todas las especies. Si bien sabemos que el 70% del planeta es agua, menos del 3% de ésta es dulce, y menos del 0.5% se encuentra fácilmente accesible en ríos, lagos y lagunas; en tanto que un porcentaje levemente superior se halla confinado en depósitos subterráneos. Vale decir que el 2% restante, es la que integran los casquetes polares y los glaciares. Por todas estas afirmaciones, resulta imperiosa la necesidad de crear la conciencia sobre el cuidado y la regulación en forma equitativa del vital elemento.

La humedad en el suelo es otro factor importante en el desarrollo de los organismos autótrofos, ya que éstos dependen de la disponibilidad de agua que encuentre en el medio para crecer, y además se debe mantener en un nivel de humectación equilibrado para que se desarrollen los distintos procesos químicos que se llevan a cabo en el suelo. 

Otro de los aspectos fundamentales en los que interviene el agua es en la regulación de las temperaturas globales y para ampliar este concepto podríamos abordar el tema desde la relación que existe entre la hidrósfera y el clima.

Este subsistema interviene en las condiciones climáticas del planeta y lo componen los océanos, mares y aguas superficiales, el enorme volumen que ocupa en la superficie terrestre garantiza el requerimiento necesario para las distintas fases del ciclo hidrológico. Constituye un importante almacén de energía, que intercambia con la atmósfera mediante procesos de acoplamiento; su papel es de igual modo esencial en el balance energético por su capacidad para transportar grandes cantidades de calor desde las regiones ecuatoriales a las polares mediante las corrientes marinas, además se lo considera a este subsistema como regulador de la temperatura terrestre, ya que por la capacidad de perder en forma paulatina el calor, y no en forma brusca, hace que se moderen las temperaturas. Todos estos procesos se están desestabilizando debido a los efectos provocados por el cambio climáticos.

Otros de los factores que estamos poniendo en riesgo es el equilibrio químico, este delicado balance resulta seriamente afectado, haciendo peligrar la vida y desarrollo de innumerables especies que habitan los distintos ecosistemas acuáticos.

Los mares, que cubren el 70 % de nuestro planeta azul, absorben actualmente tanto CO2 generado por actividades humanas y tanta energía del Sol que la química y las temperaturas de las aguas marinas están poniendo en peligro a muchos organismos.

La estructura del coral está compuesta en gran parte por zooxantelas, organismos fotosintéticos unicelulares que, a cambio de su seguridad, proporcionan al coral azúcares y aminoácidos. A medida que aumenta la temperatura del mar, las zooxantelas abandonan sus corales y los dejan blancos en un proceso conocido como "blanqueamiento". Sin su principal fuente de alimento, los corales blanqueados se vuelven susceptibles a las enfermedades y luchan por sobrevivir. Solo en 2016, más del 90 % del coral de la Gran Barrera de Coral sufrió blanqueamiento y el 20 % falleció.

En toda su historia, la Tierra ha visto varias extinciones masivas. Después de cada una de ellas, los arrecifes de coral tardaron millones de años en recuperarse, dejando "brechas de arrecife" en nuestra línea de tiempo geológica. Las causas principales de estas destrucciones prehistóricas, la última de las cuales acabó con los dinosaurios, fueron los cambios en el nivel del mar, la acidez y la temperatura, y todos están ocurriendo nuevamente hoy en día. Debemos observar cuidadosamente las "selvas tropicales del mar" si queremos frenar el sexto evento de extinción masiva de la Tierra.

Para culminar con este compendio de “atentados” a los que sometemos nuestros mares y océanos deberíamos mencionar los desechos que producimos y que van a parar al mar. Tanto las industrias como nuestros hogares somos los encargados de la polución reinante pues por siglos consideramos al mar como un enorme basurero que tenía la facultad de autoporuficarse y sanearse… que gravísimo error amigos…

Islas flotantes de desechos, animales mutilados, intoxicados y que finalmente mueren son el resultado de este patético accionar, pero allí no termina nuestra hipocresía al desgarrarnos las vestiduras y acordarnos de fomentar conciencia cuando nos azoran noticias como “Muere ballena por bolsas de plástico en Tailandia, tras ser rescatada días después murió por obstrucción intestinal. Dentro de ella se encontraron 80 bolsas de plástico entre su estómago, que provocaron vómitos, convulsiones y la muerte de este ejemplar.” La Verdad 04 de Junio 2018 · 19:30 hs.

En consecuencia, espero que luego de esta breve lectura nuestra actitud cambie, todos tenemos las mismas posibilidades, todos estamos en condiciones de dar el primer paso, como comienzan las grandes obras, cambiando algunos hábitos, preocupándonos por nuestro entorno, haciendo que nuestras acciones no afecten ni interfieran en el desarrollo de los demás y por sobre todas las cosas cuidando y utilizando racionalmente nuestros recursos naturales… este es nuestro desafío. Saludos Prof. Juan Carlos Falcón.  


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Juan Carlos Falcón

Otros usuarios han visto

Ver temas