Dale a tu cuerpo pa´que aprenda

Dale a tu cuerpo pa´que aprenda

¿Y si incluimos el cuerpo? ¿Y si permitimos que el cuerpo aprenda sin la mente? La prioridad a la mente (o a la razón) en los procesos de aprendizaje es un denominador común en toda formación (no es producto del azar sino de nuestros trasfondo cultural). No hay nada de malo en ello. Sin embargo, cuando aprendemos a aprender con el cuerpo algo comienza a suceder. No es magia. Es aprendizaje en su máxima expresión. Porque no somos "mentes" somos "organismos". Y esto significa que el cuerpo también tiene sus registros, sus huellas...

En los programas formativos que imparto ciertas actividades que colocan al cuerpo en primer lugar suelen poner a los participantes algo nerviosos. ¿Por qué? Pues, porque perciben que pierden control. ¡¡Ahaaaá!! (este suele ser uno de los momentos que más disfruto de mi trabajo porque surge la toma de consciencia) Y ahí es donde pregunto: ¿Cómo te llevas con la incertidumbre?

Porque podemos hablar del control, y la incertidumbre... y entenderás todo (ya estamos llenos de información). No hace falta que te suba a un barco y nos pille una gran tormenta para que experimentes la falta de control. Una manera de soltar el control es "soltando la cabeza". Este es sólo un ejemplo. Podemos trabajar absolutamente todas las competencias emocionales y relacionales tanto desde la mente como desde el cuerpo.

Y como nuestro cuerpo ya viene con su propia huella (que habla de quienes somos en este momento). Por eso cuando vemos a alguien caminar a lo lejos decimos "ahí viene -Pepé-" y quien está a nuestro lado nos pregunta: "¿Cómo lo sabes?" , y decimos: "Por como camina". Pues, nuestro cuerpo puede aprender y desaprender. Cuando a nivel corporal se producen ciertos cambios (o movimientos) que nuestro organismo no reconoce dentro de sus repertorios adivina qué sucede? Sí, voilá!!! Sale de su zona de confort (Bueno, algo que en realidad hace todo el tiempo como movimiento adaptativo continuo: nunca estamos en nuestra zona de confort al 100% todo el tiempo.... lo dejo para otro post!).

No es lo mismo un cuerpo flexible que uno rígido. No es lo mismo un cuerpo ágil que uno pausado. No es lo mismo un cuerpo proactivo que un cuerpo reactivo....

Aprender a aprender con el cuerpo o incorporando al cuerpo es una tarea algo pendiente que poco a poco estamos entendiendo como fundamental. Si te surge algún desafío de aprendizaje puedes preguntarte: ¿Cómo sería aprender esto desde el cuerpo? ¿Qué cuerpo necesito para aprender esto? Y....... dale a tu cuerpo alegría Macarena... o al menos libertad y movimiento, sólo pa´que aprenda!! ;)

¡Nos vemos!

Ezequiel Ponce Iovine. Consultor en Formación y Desarrollo Organizacional. Experto en Inteligencia Relacional y Coaching Transformacional.



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