De galletas y emprendimiento

Hace mucho, mucho, mucho tiempo (probablemente suene como a introducción de Star Wars), pero hace mucho tiempo atrás, tuve un emprendimiento que no tiene nada que ver con las labores o las acciones que busco emprender en la actualidad, sin embargo, todos los emprendimientos están conectados de una u otra manera, por cosas como el empeño, la determinación, la tenacidad, la necesidad que puede resolver en el momento, por decir algunas cosas.

Pero nuestra historia no comienza en ese momento donde dedique parte de mi vida universitaria a cimentar un poderoso imperio de repostería, no estimados, la historia comienza muchísimo antes, cuando era solamente un niño y junto a mi madre fuimos a un taller de repostería donde aprendí a hornear, pan, hornear dulces, y sobre todo hornear galletas, si galletas, y mis favoritas y aún lo siguen siendo son las de mantequilla. Luego de estas líneas te estarás preguntando que tiene que ver todo esto con los emprendimientos y la historia, no teman, ya estamos cerca. Continuo con la idea anterior; gracias a esta experiencia y posteriores actividades con mi madre, cultive un amor por la repostaría, que quizás hoy en día no practique con regularidad, pero de vez en cuando hago algunas galletas junto a mis hijos para no perder el ritmo y el conocimiento, recordemos que el conocimiento que no se aplica o se difunde se pierde.

Ahora llegamos a la parte donde les interesaba estar, el emprendimiento, avancemos un poco en la historia, cuando estaba en la universidad y tenia un trabajo algo estable, precisaba de un dinero extra para poder continuar con camino hacia el crecimiento profesional, entonces, decidí hacer gala de las técnicas que aprendí en ese curso al que asistí de pequeño y contra todo pronostico, saque un producto, que quizás no lo vendía al precio que lo debí vender, gozaba de bastante aceptación, quizás por la curiosas de las personas, ya que en una facultad de psicología donde predominaban las mujeres, que un caballero vendiera galletas y que estas estuvieran ricas, no era nada común.

El negocio de una u otra manera generaba lo suficiente para invertir en temas académicos, pasaje y compra de materiales para la siguiente tanda de horneo, en ocasiones me quedaba hasta tarde horneando para poder tener un producto fresco y de calidad para los clientes que me buscaban para probar mis ricas galletas, pero!!!, luego de cambiar de empleo, tuve que dejar el emprendimiento de lado para poder cumplir con las exigencias del puesto de trabajo y otras cuestiones generales.

Pero sabes, este no es ni mucho menos el final de la historia, esto es solamente un pequeño reflejo de un proyecto que tuve, una semilla de emprender, de ser un emprendedor exitoso, sin temor a ser diferente y entregar buenos productos.

Parte del objetivo de esta historia es que me conocieras un poco, y que supieras que no soy ajeno al mundo de los emprendedores y lo otro es finalizar con algunos tips basados en mis aprendizajes, de esa época y como después de tanto tiempo me están sirviendo para emprender un nuevo camino en mi desarrollo profesional.

1. Se original.
2. No tengas miedo de fallar.
3. Comprométete con tus metas.
4. Reta al sistema.
5. Brinda soluciones.
6. Atrévete a soñar.
7. Aprende del pasado para mejorar tu presente y conquistar el futuro.
8. Supérate constantemente.
9. Educate para hoy y para el mundo de mañana.
10. Abraza la critica, solo tu sabes el esfuerzo que has puesto en tu trabajo.

Mi camino en la facilitación, la enseñanza y la docencia se lo debo en parte a inspiración proveniente de mi madre y parte a la necesidad que tengo de compartir con los demás mi conocimiento de una manera, única y diferente.

Solo me queda decirte: "Transfórmate con el poder del juego"