De Juan Pablo I al Papa Francisco
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De Juan Pablo I al Papa Francisco

El 28 de septiembre se cumplen 37 años de la misteriosa muerte de Su Santidad Juan Pablo I. El mundo quedó estupefacto. Latinoamérica y las zonas pobres del mundo quedamos huérfanas, ya que se pronosticaba venía en camino el gran cambio del tercer mundo, en particular para América Latina. Él traía tres puntos base para el inicio de su papado: 1. Aprobar la píldora anticonceptiva, 2. Entregar a la justicia a los bandidos que habían hecho operaciones oscuras con el Banco del Vaticano, en la que incluyó una estafa de 700 millones de dólares, y 3. Asistiría a la Conferencia de Puebla (Mex) para darle su espaldarazo a al Teología de la Liberación, excluyendo la lucha armada.

Con el advenimiento de Juan Pablo  II, la prioridad cambió a la lucha contra el comunismo para dar libertad a los países oprimidos bajo el regimen comunista de la antigua URSS. Y lo logró, hasta el punto que en 1989 cayó el Muro de Berlín, pero nosotros quedamos a la espera de que alguien viniera a rescatarnos.

Finalmente, llegó el Papá que volvió sus ojos a nuestros países, con un poderoso carisma, el poder de su sencillez y la claridad de sus mensajes, que lo hace sentir como parte de la familia.

Su carisma y poder es de un nivel tal que en menos de un año, apoyó el acercamiento Cuba-Estados Unidos, de tal forma que hoy en día hay embajadas de USA en La Habana y de Cuba en Washington. Algo impensable no hace mucho tiempo. Falta el levantamiento del embargo, que seguramente llevaría al final del comunismo en Cuba. Sin disparar un solo tiro.

En su visita en Cuba, en la misa en la Plaza de la Revolución, se refirió al proceso de paz en Colombia  pidió “sostener los esfuerzos de una paz y reconciliación definitiva” y reforzó “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”. Y tiene razón. En la Colombia actual, todos los colombianos tenemos presente una serie de “procesos de paz” que no han conllevado a la paz, pero lo que la mayoría (o todos) los colombianos es que no tenemos memoria de haber vivido un solo año de paz.

Antes de una semana después de estos mensajes en la misa, el Presidente Santos viajó a Cuba en donde, junto con el comandante de la guerrilla subversiva hicieron el anuncio de que habían logrado un acuerdo que allana el camino hacia un acuerdo de paz final y definitivo, para el cual fijaron un periodo de seis meses para lograrlo.

Pronunció un discurso frente al congreso de los Estados Unidos, con contenidos de tal fuerza que el Presidente de la Cámara Baja, no solo lloró, si no que al día siguiente presentó su renuncia. ¿Qué fibras tan profundas de su corazón le tocó? Solo él sabe, pero, la mayoría pensamos que la presencia del Papa y el mensaje que está llevando lo conmovió de tal manera que sintió que había llegado la hora de parar.

El Papa Francisco sigue con metas muy grandes en la mira.  El cambio climático y la protección del planeta, pero sin lugar a dudas debe tener entre ceja y ceja la terminación de los conflictos en el Medio Oriente. Esperamos que influya de tal forma que lo logre.

Cuando vemos las metas titánicas que Su Santidad ha decidido acometer, entendemos por qué siempre que acaba sus intervenciones, pide “Por Favor Oren Por Mi”. Es lo menos que podemos hacer para que lleve a buen final sus propósitos para el bien de la humanidad.

¿Qué pensaría Juan Pablo 1º?

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