🚀 De Nice-to-Have a Must-Have: La electrificación de flotas como ventaja competitiva de empresas y corporaciones, en tiempos de crisis climática

En un mundo donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad, la electrificación de flotas se ha convertido en el nuevo campo de batalla para la adaptación y la competitividad empresarial. 🌿⚡🚗

El reciente informe de PwC, Electrification of Fleet Operations, arroja luz sobre una realidad preocupante, de la que se viene hablando en foros internacionales que impulsan la descarbonización de la economía mundial: el transporte es responsable de más del 20% de las emisiones globales de CO2, con el transporte por carretera como principal causa.

Dicho hallazgo ha dejado de ser una mera estadística en la conversación climática, para convertirse en un llamado urgente a la acción de líderes y actores clave en en el sector productivo. La descarbonización del transporte ha pasado de ser una alternativa en materia de responsabilidad social y ambiental, a un imperativo estratégico del cual depende la posición de mercado y la competitividad de negocios y empresas.

El TCO: El argumento financiero irrefutable

Olvídese de aquellos argumentos, todavía recurridos, sobre los costos prohibitivos de los autos eléctricos. En efecto, sus precios de compra aún no alcanzan la paridad respecto de los autos de combustión, pero ese no es el asunto si se trata de valorarlos, en un caso de negocio, para definir su viabilidad financiera. El análisis de PwC revela que el Costo Total de Propiedad (TCO) de una flota eléctrica puede ser hasta un 25% menor que el de una flota tradicional en un período de cinco años. Esto no es una proyección optimista, es una realidad económica que está redefiniendo los modelos y estrategias de negocio.

💡Dato Clave: En mercados con incentivos gubernamentales múltiples -tendencia que se sigue en no pocos países, incluido el nuestro- el ROI de la transición a la electromovilidad se acelera notablemente, haciendo de lo que antes era considerado un gasto “para parecer ambientalmente sostenible” en una inversión estratégica.

Más allá del ahorro: La ventaja competitiva multidimensional

Ahora bien, como apunta Porter en su “Estrategia Competitiva” el argumento financiero ya nos permitiría diseñar una estrategia empresarial general, basada en precios. Pero lo cierto es que ese es solo uno de los beneficios clave que hoy permiten a las empresas convertir riesgos - asociados a la crisis climática, la volatilidad de precios y la escasez proyectada de combustibles, así como al incremento claro de las exigencias sociales en materia de descarbonización- en ventajas competitivas. Aquí algunos apuntes al respecto:

1. Eficiencia Operativa 2.0:

   La integración de EVs con plataformas de gestión digital no solo optimiza rutas y consumo energético, sino que revoluciona la logística empresarial. Es el salto cuántico que necesita la operación de flotas, no en el futuro, sino ahora. Los consumidores así lo esperan y lo castigan o premian.

2. Cumplimiento regulatorio proactivo:

El marco regulatorio está cambiando en todos los países, elevando los costos a quienes opten por mantenerse estáticos ante el cambio de enfoque y prioridades en las políticas de movilidad, transporte y energía. Electrificar hoy es blindarse contra las sanciones del mañana.

3. Resiliencia Energética:

Con el crudo Brent rozando los $89 por barril, como más reciente ejemplo, la volatilidad del mercado de combustibles es un riesgo que hoy pocas empresas pueden permitirse. La elasticidad de precios de productos o servicios no da para absorber el impacto de esos picos en gasolinas y diesel, además de que debido al diseño de la red de suministro de esos combustibles no hay posibilidad de desarrollar autonomía energética para garantizar las operaciones. La electrificación es su seguro contra esta inestabilidad.

El imperativo estratégico: actuar ahora

La pregunta ya no es "si" debemos electrificar, sino "cómo" hacerlo oportunamente, y de la manera más eficiente y estratégica posible. Aquí tres pasos cruciales:

i) Inversión en infraestructura de Carga:

  La electrificación de flotas no es un gasto, sino una inversión en infraestructura que tarde o temprano será compatible con el recurso energético de mayor uso en el transporte -la electricidad- y que por ello permitirá incluso generar ingresos adicionales. Empresas con visión de futuro están convirtiendo sus estaciones de carga en activos rentables, poniéndolas al servicio de otros consumidores. En algun momento será posible también devolver y vender el excedente de energía a la red eléctrica para despresurizarla en horas pico.

2. Adopción de modelos híbridos:

Casos de éxito como BluSmart, la plataforma de movilidad eléctrica compartida, demuestran que la integración de flotas eléctricas con tecnología propietaria inaugura un nuevo estándar operativo, de calidad y sostenible.

3. Economía circular de baterías y sus componentes;

El reciclaje y la reutilización de baterías no solo es ecológico, sino que se prevé será una industria secundaria de alto valor y económicamente inteligente. Son cada vez mas los casos de éxito de emprendimientos que crean nuevas fuentes de valor en la reasignación de propósito a las baterías y, en ultima instancia, en su reciclaje; con lo que el presupuesto de carbono empleado para su producción se distribuye en otras actividades humanas que ya han dado entrada a la electrificación.

___

La electrificación de flotas ha dejado de ser solo una iniciativa de responsabilidad social empresarial, para convertirse en el núcleo de la estrategia competitiva. Las empresas que lideren la transición a la movilidad eléctrica del transporte comercial e industrial ganaran ventajas hoy y se colocarán por encima de sus competidores en el mercado para el cual se están adaptando. El momento de actuar es ahora.

#ElectrificaciónDeFlotas #MovilidadSostenible #EstrategiaEmpresarial #Sostenibilidad