From greed to green: la electrificación de flotas como la vía más directa para acelerar la descarbonización de las empresas.

From greed to green: la electrificación de flotas como la vía más directa para acelerar la descarbonización de las empresas.

John Mackey, cofundador de Whole Foods, sabía que liderar la evolución del sector productivo para que este respondiera mejor a los retos de nuestros tiempos, comenzaba por liderar la conversación sobre la visión y la ruta a seguir para los negocios.

Tal vez por ello dedicó un notable esfuerzo a compartir públicamente su visión de negocios sostenibles en su libro “Capitalism: Liberating the Heroic Spirit of Business”.

Ahí, sin preámbulos, apunta la importancia de alinear las operaciones comerciales con valores éticos y sostenibles que beneficien a todas las partes interesadas: clientes, empleados, proveedores, comunidades y el medio ambiente.

Una idea clave en la visión de Mackey es que las empresas deben trascender los motivos de lucro para considerar impactos sociales más amplios. En otras palabras, las empresas deben ir más allá de sus objetivos puramente comerciales, para pasar a la acción socialmente responsable y ambientalmente sostenible.

Seguramente, su más famosa afirmación sea que “el propósito es el principal motor de ganancias”. Con ella sugiere que las prácticas sustentables pueden mejorar tanto la lealtad a la marca como la rentabilidad.

En complemento, Mackey promueve un enfoque en el que todos salgan ganando, donde las empresas encuentren formas de crear valor para todas las partes involucradas, con la convicción de que dicha estrategia conduce en última instancia al éxito a largo plazo, tanto para las empresas como para la sociedad.


Vivimos tiempos en que la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa son cruciales para dar respuesta a la crisis climática. Se requiere un cambio, y ahora.

La atención social está puesta en marcas cuyo tamaño o participación de mercado hoy supone también el deber proporcional de actuar, de implementar medidas que produzcan impactos a gran escala en el camino de descarbonización de la economía.

Un ejemplo de lo anterior es que en este año, por primera vez, TIME y Statista han publicado su World´s Must Sustainable Companies of 2024 que arroja primeros resultados a partir de una metodología rigurosa para medir la sostenibilidad empresarial a nivel mundial.

Más allá de la metodología y el resultado del ranking, que todos pueden consultar, destaca que un medio tan relevante como TIME haya realizado tal ejercicio, así como un apunte que no es menor y que destaca en su presentación: muchas de las empresas que obtuvieron una clasificación alta pertenecen a industrias de servicios y que no fabrican productos físicos (como la banca, la tecnología o la consultoría), pero también, de manera destacada, hay empresas que demostraron que la sostenibilidad es posible incluso si se fabrican cosas.


Electrificación del transporte comercial, relación ganar-ganar con visión de largo plazo.

Si bien algunas industrias pueden transformar sus procesos productivos a un ritmo más acelerado, como apunta Time en su reporte, hay sectores en los que la transición es más compleja debido a limitaciones de toda índole, como puede ser la tecnología aplicada a sus procesos productivos, sus insumos, cadena de suministro o los costos.

En este contexto, la electrificación de las flotas emerge como la vía más directa y efectiva para que estas empresas puedan avanzar rápidamente en el cumplimiento de sus objetivos de reducción de emisiones.

Si tu empresa opera una flota de vehículos o se apoya en servicios de transporte como elemento clave de su modelo de negocios, es probable que esta sea una de las actividades más contaminantes que realiza.

Invertir en flotas de VE, o apoyarte en una empresa que ofrece servicios de transporte con VE, no solo es la ruta más directa y rápida para su descarbonización, sino que es pieza clave para posicionarla de cara a un futuro cada vez más competitivo.


Estos son algunos de los impactos inmediatos de la electrificación de flotas:

1. Huella de carbono: La sustitución de vehículos de combustión por eléctricos permite reducir drásticamente las emisiones de CO2 asociadas al transporte, convirtiéndose en un recurso clave de las empresas para el cumplimiento de sus metas de descarbonización.

2. Eficiencia operativa: Los vehículos eléctricos ofrecen ahorros significativos en costos de mantenimiento y combustible, mejorando la eficiencia y la rentabilidad de las operaciones comerciales.

3. Imagen y reputación: Liderar la transición hacia la movilidad eléctrica envía una señal clara a clientes, socios comerciales y la sociedad en general sobre el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.

4. Atracción y retención de talento: Contar con una flota eléctrica demuestra el liderazgo de la empresa en materia de sostenibilidad, lo que es cada vez más relevante para atraer y retener a los mejores colaboradores.

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La electrificación de flotas representa una oportunidad única para que las empresas aceleren el paso hacia la sostenibilidad y el cumplimiento de sus compromisos de descarbonización.

Electrificar su transporte puede posicionarlas como líderes en la transición a una economía más verde, fortaleciendo su imagen, competitividad y atractivo ante clientes, inversores y talentos clave.

Así que la pregunta no es si le conviene a tu empresa adoptar o no modelos de transporte sostenible, sino qué costos está dispuesta a a asumir en caso de no hacerlo.


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Carlos Alberto Fernandez Tovar

Asesor experto en Planes Personales de Retiro. Ayudo a familias y empresas a maximizar su ahorro para el retiro y deducción fiscal, asegurando su futuro financiero. Agenda una consulta gratuita para asegurar tu retiro.

1 mes

¡Hola Andrei! Inspirador análisis sobre la 𝗲𝗹𝗲𝗰𝘁𝗿𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗳𝗹𝗼𝘁𝗮𝘀 como catalizador de la descarbonización. Coincido en que esta estrategia no solo reduce la 𝗵𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗯𝗼𝗻𝗼, sino que también mejora la rentabilidad y refuerza el liderazgo empresarial en sostenibilidad. ¿Cómo visualizas el papel de la infraestructura de carga en esta transición? ¡Gracias por compartir esta reflexión tan relevante! 𝗨𝗻 𝗮𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼, Carlos.

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