¡De Piececitos negros a Manos verdes!
¡Hola a todos!
Es difícil en estos tiempos de pandemia, de desempleo, de muerte, de incertidumbre poder concebir soluciones a modo y ver un horizonte sino claro, definido al menos.
Todo mundo y cultura ha experimentado un reloj lento en la bioquímica del ser humano y una velocidad infinita en los pensamientos futuros.
Este fenómeno de salud mundial me ha convocado en varias ocasiones y me ha cuestionado involuntariamente mi razonamiento y la practicidad en mis acciones. He pasado la barrera del miedo, la aceptación, estoy en el cuestionamiento y entrando a la etapa del cambio, ¿qué sigue?, se los explico.
Por décadas, no aprovechamos mas bien abusamos de nuestra estancia en el planeta, abusando de los recursos, sin ni siquiera pensar que estábamos haciendo mal y a donde nos llevase. En una perspectiva de cambio, de adaptación, de lucha por la vida, la pandemia actual nos manda un mensaje sencillo, muchas cosas las hemos hecho mal y debemos cambiar.
No es posible que después de tanta ciencia avanzada y logros inimaginables, la inmensa mayoría no dimensione la cantidad de basura que generamos, la inmensa energía que utilizamos para que esos productos (ahora basura) se fabricasen y la cantidad de contaminantes que producimos en toda la cadena o proceso de valor de este.
Un 9-10% de los plásticos basura, son reciclados o reutilizados, lo demás a enterrarse, quemarse en basureros, a los ríos, lagunas y finalmente, al mar. Muy pocas empresas, han empezado con políticas de visión y metas verdes, el objetivo mundial o global de corporativos, países y políticos ha sido lo económico, olvidando lo social y obviamente dañando lo ambiental.
Tenemos una sola vida, un solo planeta y cobardemente seguimos pensando que alguien mas tiene que hacer algo, pero yo no. Nuestras huellas son negras, si no hacemos algo, las de nuestros hijos serán negras, pero más grandes; en promedio generamos 1.0 kg de basura al día cada ser humano, son 750,000,000 de toneladas de basura al día y no recordamos como básico la frase, “La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”.
Esa parte final de “solo se transforma”, no debemos dejarla a la deriva, debemos actuar para reducir, reusar y reciclar esa materia, en pocas palabras transformarla nosotros.
¡Necesitamos cambiar nuestros piececitos negros, por manos verdes!
La cuerda sigue, pronto nos vemos.
Javier villalobos Gonzalez