De un día para otro

Penúltimo día del 2024, que para mi no envejecío, no tuvo el periodo suficiente para hacerlo, y partiendo de la base de que el tiempo es un genial invento del hombre para tener una referencia operativa, la verdad que no me desgasto tratándo de gestionarlo.

Hace ya unos años en los que no pienso en año viejo y año nuevo, solamente paso de 2022 al 2023 y luego al 2024 y mañana al 2025, así como pasar una puerta giratoria.

Esto me ha dado una gran libertad para seguir conectado con lo que es realmente importante, que es esto que está pasando en este preciso instante como por ejemplo que estoy concentrado en escribir esta reflexión para ustedes.

Ya que es aquí y justo aquí, donde si puedo controlarme, comportarme y actuar a placer, teniendo grandes aciertos o gigantes embarradas nivel supremo.

En especial en el 2024, caí en una nueva dimensión donde confirme que el máximo tesoro que tengo son mi familia y mis personas favoritas y es entonces que decido estar volcado por ellos dentro de mis humanas posibilidades.

Aprendí también que todo puede cambiar de manera drástica y muy dolorosa de un momento a otro, y ese, es un referente muy crudo y agresivo por el cual se pueda aprender algo, la adversidad.

Es la primera vez en la que percibo el enorme peso de la impotencia y la aceptación a la brava de la vulnerabilidad, además de depender 100 por cien de la ayuda de mis amigos para poder salir adelante.

Lo mejor, es que confirme algo que le he dicho a todas las personas que conozco cuando están en la etapa de tener a sus hijos, y es que los disfruten al máximo, que busquen a toda costa el estar con ellos la mayor parte de su tiempo y con calidad, porque todo se va muy rápido y cuando menos esperas han crecido y las oportunidades de esta categoría no volverán nunca más.

La vida es de un momento a otro, nada está escrito para mi, todo lo voy redactando al instante y no trato de dibujar una línea dos veces porque no es posible, pero tampoco es necesario.

Estar en este momento, en este instante, con quien deba de estar, y cuando estoy con alguien y ese alguien soy yo, pues abrazar mi solitud y volcarme para pasarla de maravilla, genial y entusiastamente.

Pasado mañana llega el primer día del 2025 y pasará como todos los demás días, en el previo anochece y en posterior amance, como siempre.

Entonces como le decía a mi suegro Beto, no cuentes los días vívelos, llena tu agenda al final del día con puras cosas que te den plenitud, viviendo a tus anchas, con tus criterios, con tus valores, con tus ganas de ser como tu quieres, sin un formato definido por un tercero.

Y en mi caso dándome ese premio que me he venido dando por practicamente toda mi vida, unas súper cargas de OXITOCINA, que se obtiene a chorros cada vez que nos hacemos cargo de otros, cada vez que nos adueñamos de los problemas ajenos y se los regresamos con una solución con la única y firme intención de servir y ser útiles.

Aprovechar el instante, porque lo único de lo que estoy seguro es que en la vida, todo, de un momento a otro puede cambiar para siempre.

Reciban para el 2025 mucha salud, calidad de momentos con sus seres queridos y mucha, mucha energía para que sigan logrando todos sus retos.

¡Feliz cambio de año!

Les deseo que 2025 sea un año muy bonito para todos ustedes, queridos amigos.

PP Torre