Definiendo objetivos

Conversación entre Alicia y el gato Cheshire.

¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?

Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar

No me importa mucho el sitio…

Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes

… siempre que llegue a alguna parte

¡Oh, siempre llegarás a alguna parte … si caminas lo suficiente! 

Cuántas veces nos sucede que estamos ilusionados por lograr nuestros sueños, por querer cumplir una meta, por buscar acelerar nuestros proyectos o por encontrar la solución a un problema. Sin embargo, no internalizamos si realmente ese es nuestro deseo, si de verdad eso que perseguimos es lo que nos conviene o si tal vez, ese objetivo que perseguimos, es aquél por el cual vale la pena seguir adelante. De no internalizar, lo más probable es que si nos confrontáramos, llegaremos a la conclusión de que "no sabemos realmente lo que queremos".

Si la situación de Alicia es similar a la tuya, no importa el camino que tomes, lo más probable es que nunca lo encuentres; lo más sensato es autosincerarse y tener claro ¿qué es lo que quieres?, ¿cuál es tu misión?, ¿cuál es la estrategia que buscas establecer?.

Por lo tanto, si alguna vez te sientes desorientado, antes de querer empezar, antes de tomar impulso, es recomendable reflexionar sobre ¿qué estás buscando?, ¿qué es lo que necesitas?, ¿cuál será la estrategia?, "pues sino importa el camino a seguir, se puede tomar cualquier camino y siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo suficiente", pero tal vez al final del camino descubrirás que por no tener un objetivo definido podrías llegar a un lugar donde no deberíamos estar y lamentarlo... ¡piénsalo!.