Deja de complicarte la vida y empieza a publicar tu j0did0 contenido ya.

Sí, lo sé de sobra, parece que cada vez que vas a compartir algo en LinkedIn, el cerebro se te derrite y empiezas a sudar más que un pavo en Nochebuena. Es como si de repente sintieras que toda tu carrera depende de esa pvñetera publicación, y entonces...

Catapum, el miedo a hacer el ridículo se apodera de ti.

Pues que sepas una cosa, a nadie le importa tanto como te importa a ti.

Y ese es el mejor regalo que puedes recibir en este momento.

Así que...

¿Estás listo para dejar de ponerte excusas?

Te lo voy a poner muy fácil, con cuatro pasos muy simples, como si fueran una receta para un buen sándwich, para superar el miedo a publicar tu contenido y no es ciencia espacial.

1. Publica sin pensar que vas a ganar un Pulitzer.

Lo primero es lo primero, baja las expectativas. No necesitas escribir el próximo "Don Quijote" para empezar a compartir tus ideas.

De hecho, puedes ser un poco baguete en tu primer intento.

Publica una frase tonta, una anécdota rara que te haya pasado en el supermercado o la opinión más random sobre la serie que viste anoche.

No te quemes la cabeza.

Con eso basta para que la gente empiece a reaccionar.

Lo simple tiene su encanto y su poder, no lo subestimes.

No todo tiene que ser una TED Talk.

2. Cag4rte fuera del tiesto, es parte del proceso.

Déjame adivinar, tienes una lista mental de cosas que jamás dirías en público porque, oh no, ¿y si la gente te juzga?

Bueno, pues la verdad es que algunas de tus publicaciones van a ser un fracaso total, pero eso es normal.

No te obsesiones con los likes o el feedback inmediato.

Las publicaciones que se van al traste son las que te enseñan a mejorar.

Así que falla a lo grande, y sigue adelante.

3. Rodéate de gente tan loca como tú.

Si estás intentando ser el mejor creador de contenido y sigues a todo hater que hay en las redes, estás j0did0 pero bien.

Tienes que encontrar tu comunidad, esa comunidad que está igual de pirada por compartir sus pensamientos, incluso si a veces son tan raros que nadie los entiende.

Mira, únete a grupos de creadores en Discord, Telegram, LinkedIn o cualquier otro sitio donde la gente esté tan metida en su rollo que les importe un carajo lo que piensen los demás.

Comparte tus victorias, pide feedback, y sobre todo, disfruta el proceso.

4. Haz un fiestón cada vez que logres algo.

Si subiste tu primera publicación y tu madre te dio like, pues celebra como si hubieras ganado el Óscar al mejor guion.

No es broma.

Deberías ponerte música, sacar un vinito, y agradecerte a ti misma por ser una valiente que se atrevió a poner su voz ahí afuera.

Cada pequeño logro cuenta.

Publicaste dos veces esta semana en vez de ninguna... p'alante.

Reúne tus hitos y celébralos.

Porque si no lo haces tú, ¿quién lo va a hacer por ti?

La cuestión es que no necesitas la aprobación de nadie más para sentirte orgullosa de lo que has hecho.

Vale, pues ahora que ya tienes estos cuatro puntos clarísimos, vamos a elevar esto a nivel rockstar.

Establece metas, pero no te obsesiones con ellas.

Tener una meta es como saber a dónde apunta la flecha, pero no te hagas un nudo con ella.

No hace falta que diseñes un plan maestro para dominar LinkedIn o TikTok.

Solo ten claro un par de cosas.

¿Qué quieres lograr con tu contenido?

¿Quieres vender, inspirar, educar o simplemente hacer reír?

Define tu objetivo, pero deja espacio para la improvisación.

Ten un calendario de publicaciones, pero sé flexible.

Programar publicaciones es como preparar el desayuno la noche anterior.

Te ahorras un dolor de cabeza.

Pero si un día no publicas nada, no te fustigues, no te sientas culpable.

¿De repente te despiertas a las tres de la mañana y notas que la inspiración fluye por tus venas?

Escribe.

Programa.

Publica.

La creatividad no tiene horarios.

Desconecta cuando lo necesites.

Si te despiertas con la sensación de que deberías desinstalar todas las apps de redes sociales, quizás es porque necesitas un descanso.

Y no pasa nada.

El mundo no se va a caer porque hagas un break de publicar.

Date recompensas ridículas.

Si necesitas un incentivo para ponerte las pilas, usa este truco que nunca falla, cada vez que publiques, date un premio.

Una pizza con triple queso, un helado, un maratón de tu serie favorita, o lo que te haga feliz.

Conviértelo en un ritual.

El cerebro ama los premios, ¿ok?

El resumen de todo este rollo es que no seas tan duro contigo mismo, publicando o no, ya lo estás haciendo mejor que muchos que solo se quejan desde las sombras.

Empieza hoy mismo.

Sin miedo.

Sin filtros.

Porque al final, intentarlo no es fallar.

¿Todavía estás dudando si deberías hacerlo?

Mira, si estás comprometido realmente en llevar tu negocio un nivel superior, no hay nada más que pensar.

Lo que necesitas es claridad, una estrategia sólida y dejar de ir a ciegas con tus esfuerzos en LinkedIn y en las ventas.

Te propongo una sesión de 30 minutos para aclarar tus ideas.

En esta llamada, me contarás cuáles son tus objetivos, lo que estás haciendo actualmente y veremos juntos si tiene sentido colaborar.

Directo y al grano.

Si estás listo para hacer un cambio, haz clic aquí y agenda tu sesión

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