Del ahorro a la inversión
Desde pequeños hemos oído frases como: “el que guarda siempre tiene” o “de poquito a poquito se llena el tarrito”, pero pareciera que esto no se lleva a la práctica. Basta con darse una vuelta por las redes sociales, o bien reunirse con amigos y familiares para notar que los comentarios son otros: “¡todo está carísimo!”, “¡ya el dinero no alcanza!”, “en estos tiempos, ¿quién puede ahorrar?”.
Entonces, ¿realmente es tan difícil ahorrar el dinero?
Primero, definamos: ¿qué es ahorrar?
Ahorrar es guardar una parte de los ingresos con el objetivo de utilizarlo más adelante. Esto debería ser una práctica habitual en nuestra vida. Saber que de cada ingreso que se tenga, una parte va a ser retenida y no utilizada en el momento, pero ¿por qué nos cuesta tanto hacerlo un hábito?
Hay muchos motivos por los que se puede fallar al momento de ahorrar, entre los principales está no tener un plan claro del objetivo para el cual se está ahorrando, y solo limitarse a guardar lo que eventualmente sobre a fin de mes.
Otra de las variables que hace que el hábito del ahorro sea más difícil de lograr es la constante publicidad de consumo que encontramos día a día. Nos seducen a consumir algunos artículos que no necesitamos, o inclusive a gastar desde ya los ingresos de dinero futuro, con lemas como: “compre ahora y pague después”, o “la vida hay que vivirla hoy”. Lo que no explican es que lo que se compra hoy se paga con intereses, y muchas veces se termina pagando hasta tres veces el valor del artículo o servicio adquirido. Así mismo, vivir una vida pagando deudas no es la mejor forma de vivir, esto lo que genera es frustración.
Sabiendo esto podemos evitar caer en tentaciones y crear el habito del ahorro, pero ¿para qué?
La creación de un fondo de emergencias y el cumplir una meta en el futuro son propósitos claros para el ahorro. El fondo de emergencia es dinero que se guarda constantemente. De cada ingreso de dinero una parte se separa y se guarda para ser utilizada en esos momentos no tan buenos o que suceda algo inesperado. Si no sucede nada, el fondo sigue creciendo.
Para cumplir una meta en el futuro lo principal es la constancia. Supongamos que la meta es asistir al próximo mundial de fútbol masculino en el año 2026. Se comienza desde ahora separando una parte de nuestros ingresos, exclusivamente para cumplir esta meta. Al principio puede que sea difícil, pero conforme el tiempo pase y el fondo crezca, también crece la emoción. El sentimiento de lograr la meta puede hacer que el monto ahorrado cada vez sea mayor.
Otra meta es crear un fondo a largo plazo, ya sea para comprar un activo en el futuro, o bien, pensando en el retiro laboral. Conforme pase el tiempo y el dinero se acumula, es momento de invertirlo.
Invertir consiste en poner a trabajar el dinero ahorrado para generar un rendimiento. Si hoy tenemos un billete de cien dólares, y decidimos conservarlo en una alcancía durante cinco años, al cabo de este tiempo sacamos el billete y descubrimos que ahora podemos comprar menos cosas. ¿Cómo es esto posible?
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Se debe a la inflación, lo cual se define como el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado período de tiempo, por lo cual el dinero vale cada vez menos. La medida para contrarrestar la inflación es la inversión, y dependiendo del método de inversión que se utilice, se puede lograr que el dinero mantenga el valor en el tiempo y obtener una ganancia.
Antes de invertir el dinero se debe tomar en cuenta las variables existentes más allá de la tasa de rendimiento que se ofrece. Algunas de las variables a analizar antes de invertir son:
· La forma de creación de la riqueza y el negocio donde se opera.
· El instrumento de inversión donde se va a colocar el dinero y la regulación existente.
· Los plazos de inversión, salidas anticipadas y penalizaciones.
· Respaldos, garantías y riesgos asociados.
· Moneda de la inversión.
· Diversificación, no poner todo el dinero en una sola inversión.
Opciones de inversión hay muchas, pero algunas puede que no se adecuen al momento ni a nuestros propósitos. La inversión debe ser analizada y estudiada para no perder el dinero que tanto nos ha costado guardar.
Licdo. Juan Villalobos Retana