Del Caos al Orden

Por Francisco Zalles , director del Grado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de las Hespérides.

En la primera charla de los profesores visitantes en la Universidad de las Hespérides, John Constable nos regaló una fascinante mirada al mundo de la energía y su antagonista: la entropía. La entropía es la tendencia del universo hacia el caos o el desorden y la energía es aquello que usamos para mantener lejos a la entropía. Durante su intervención sobre la importancia de la eficiencia termodinámica en cuanto al desarrollo humano, John hizo un planteamiento muy interesante: que las reglas que aplican en el mundo físico aplican también en la economía. "El orden es un estado improbable".

En ese orden de ideas, Constable introduce el concepto de que la riqueza es un estado improbable, y lo es. Convincentemente, argumenta que las sociedades se desarrollan de acuerdo con su uso de fuentes de energía termodinámicamente eficientes y de alta densidad energética.

Esta observación tiene profundas implicaciones, sin embargo, quisiera expandir su planteamiento aplicándolo a la empresarialidad y la administración. Si la riqueza es escasa, también lo es el éxito empresarial. Mantener a una empresa lejos de la quiebra (entropía) requiere de mucha energía y constante vigilancia del entorno cambiante, este es el rol del administrador.

Desde el proceso de emprendimiento hasta la administración de compañías, el objetivo es disminuir el desorden existente y crear algo del caos reinante. Para comprobar la escasez del éxito basta con comprobar que la longevidad de una empresa es extremadamente improbable. Varios artículos citan cifras sobre la probabilidad del éxito en una empresa y todos confirman esta observación. Uno de cada cinco emprendimientos quiebra antes del primer año y solo el 45% de los emprendimientos llegan a cumplir los cinco años. Solo uno de cada cuatro emprendimientos está vigente luego de 15 años.

Mantener una empresa fuera del caos (la quiebra) durante más de 15 años requiere mucha energía. Requiere encontrar talento (que también es escaso) y conjugar varios componentes (capital humano y físico) para que en conjunto cumplan el propósito de satisfacer una demanda con el menor expendio de energía posible. No existe una fórmula mágica que asegure el éxito, por eso los administradores deben usar energía y modificar sus formas de satisfacer los constantemente cambiantes deseos de los consumidores. Esta energía utilizada - si se desperdicia – aumenta la probabilidad del caos, la entropía y la quiebra.

La conexión entre el orden escaso y una compañía exitosa se asemeja también a una sinfonía. Cada instrumento por sí solo no crea sonido. La interacción con el talento convierte al instrumento en algo útil, y aunque cada instrumento puede crear una melodía, solo cuando se juntan los sonidos de varios instrumentos - en las cantidades necesarias y los momentos adecuados, es cuando se logra una obra maestra. Del sinnúmero de combinaciones de sonidos posibles (caos) Beethoven logra destilar un orden que satisface hasta el día de hoy.

En la Universidad de las Hespérides queremos crear no solo músicos hábiles sino conductores de orquesta. Aquí creamos un ambiente donde el caos es controlado, para que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades y talentos, los cuales reconocemos son escasos. Aquí te enseñamos las herramientas para ser libre de aprender y te damos las alas para atreverte a ser uno de los pioneros que crean orden del caos. Gracias John Constable por darnos una nueva y maravillosa forma de entender el propósito empresarial y administrativo.