Democratización de la tecnología y herramientas de acceso a una nueva cultura

En la época de la cultura digital, impulsada por las redes sociales y por los avances en la información y las tecnologías de la comunicación, aún se enfrentan barreras en un acceso cultural justo e igualitario. El punto es que la democratización de la tecnología trata de construir puentes, no muros, para generar un valor social y nuevas oportunidades a todos los sectores de la sociedad por igual. 

Hoy por hoy, muchos definen a la tecnología como una herramienta de conocimiento y acceso. Es, además, un actor de autogestión de autoconocimiento que tiene impacto positivo en toda una sociedad. Asimismo, la tecnología ha mejorado la vida humana, transformándola en todas sus formas y como percibimos

A lo largo de los años, el acceso y la participación tecnológica fue evolucionando gracias a los efectos de la digitalización y la disrupción de nuevos desarrollos en los sistemas de comunicación. Podría decirse que estos contribuyeron a la cultura y caracterizan algunos rasgos de la nueva sociedad en la que estamos inmersos. Por tanto, ahora es parte de la cultura cómo creamos, cómo distribuimos contenido y qué hacemos con la tecnología. Sin embargo, la “cultura” es una de las palabras más difíciles de definir y su significado depende del contexto en el que se la aplica y diferentes connotaciones.

En este artículo, me refiero a la cultura como el desarrollo de la sociedad, relacionada a la producción y a la tecnología. Esta definición de cultura, entonces, destaca por sí misma la importancia de la igualdad de oportunidades y del acceso a ella, contribuyendo al desarrollo social. La tecnología aquí tiene un rol activo: es una herramienta de integración social y de creación de trabajo.

Existe un ejemplo claro: las soluciones que ofrecen las empresas a través de plataformas tecnológicas, al final de cuentas, tienen un impacto social. En este marco, surgió una tendencia: los profesionales UX comenzaron a desarrollar productos y experiencias inclusivas y accesibles para que ningún usuario sea excluido. Hoy en día, las personas continúan siendo excluidas de un producto digital y estas plataformas pueden generar experiencias negativas, excluyentes y discriminatorias. Los creativos UX se agruparon en una nueva ola de diseño inclusivo, totalmente necesario para la cultura, que promueve la inserción de personas en la sociedad y para, por último, busca democratizar el acceso a la tecnología. Una vez más, la tecnología actúa como facilitador y logra llevar la accesibilidad cultural y el consumo a las manos de todos por igual.

Colaboración y coordinación

El desarrollo de la tecnología y los sistemas de información abre el camino a la posibilidad de una nueva era en la participación y el acceso cultural. En un principio, la participación se definió como acceso y estar conectado, pero con la Web 2.0, este concepto evolucionó a los principios de la colaboración y la interacción. El código abierto, por ejemplo, es otro caso de cómo es posible democratizar herramientas tecnológicas. Este software propició la aparición de nuevas plataformas y se puede catalogar al desarrollo de código abierto como una “creación cultural”, ya que cualquier persona puede acceder a la fuente de manera gratuita.

El cambio en la forma en que las personas se comunican y desarrollan plataformas, aplicaciones, soluciones está dando lugar a la posibilidad de que prácticamente cualquier persona se convierta en creador. En esta línea, surgieron nuevos roles 100 por ciento digitales como el de los curadores y el de los desarrolladores o “creadores”, dos posiciones más activas que nunca en librerías de código, foros y redes sociales. Se destacan porque captan nuevos públicos y los involucran en la actividad cultural digital.

Conclusiones

Estamos en la era de la cultura digital y la forma en que nos comunicamos ha sido profundamente alterada, lo que implica importantes transformaciones en el sector cultural.

El acceso fácil y generalizado a la información y la comunicación han cambiado el paradigma cultural.

La integración de nuevas tecnologías se está volviendo crucial para que las empresas e instituciones culturales prevalezcan y prosperen, innovando en su oferta al público, pero también por la presión para reinventarse a sí mismos y a sus modelos de negocio, basados en el análisis de nuevas tecnologías aplicadas.