Descubre que valor aportas y como aportar más valor.

Hola, mi nombre es Carlos Moya y todos los domingos os traigo información de calidad que os ayude a vivir mejor en aproximadamente 10 minutos de lectura. Sin palabrerías, solo con el objetivo de haceros reflexionar e incluso sacaros una sonrisa, que falta nos hace.

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Como comentaba en el anterior post, el principio MAYA no es específico de diseño, sino que es un principio fundamental de cómo aprenden los seres humanos. Vivimos en una sociedad de intercambio de valores. A más valor des como persona, más valor recibes. Por ejemplo, a más valor des a una empresa como trabajador, más dinero conseguirás. Al final, tu trabajo es un producto más que la gente compra o vende.

¿Cómo saber el valor que aporto?

El valor es algo subjetivo. Por eso, lo primero en cualquier entorno es ponerse en valor.

Cogiendo la fórmula de Victor Küppers y modificándola un poco, tras varios años leyendo he llegado a esta: Valor = (C+I)*A

C = Conocimiento: Conocimientos esperados, la parte familiar. Si eres camionero debes de saber cómo conducir un camión o si eres jardinero, tienes que tener conocimiento acerca de las plantas.

I = Insights: Aquí es donde entra la magia. Son experiencias únicas tuyas, aprendizajes, la parte sorprendente de tu trabajo, algo que nadie te ha pedido que sepas, pero te diferencia del resto.

Como decía Steve Jobs: "Connecting the dots" (Conectar los puntos). Cuando te das cuenta, hay cosas que has aprendido sin planearlo, que hoy te diferencian del resto y cuando las juntas con tu conocimiento puedes hacer cosas que nadie más puede.

A = Actitud: Como diría Victor Küppers: "Las dos anteriores suman, pero tu actitud multiplica". Eres la mejor versión de ti mismo, no dejes que un libro te diga lo contrario. Seguro que has pasado por mil cosas, pero de la forma en la que enfrentes la vida es la clave.

La ilusión y las ganas que le pongas en el día a día es lo que puede hacerte despegar. Lo que importa es que mejores un 1% todos los días y así en 5, 10 o 15 años habrás avanzado muchísimo.

Tu valor depende del entorno

Tanto el conocimiento como los insights son elementos subjetivos y dependientes del entorno. Por ejemplo, como decía Einstein: "Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil"

Muchas veces nos frustramos en trabajos donde no nos sentimos valorados, donde creemos que el dinero que recibimos, no corresponde a lo que aportamos. ¿Sabes qué? Si es así ****y puede aunque puede que no tengas la culpa, eres el único que puede ponerle solución. Debes luchar por ponerte en valor y si no seguir buscando otro entorno que si te valore.

De hecho tu entorno puede hacerte empeorar o mejorar. Esto se llama el efecto Pigmalión. Este efecto psicológico está ampliamente estudiado. Como decía Alberto Soler en uno de sus vídeos de YouTube. 2 psicólogos hicieron un experimento donde a alumnos de una misma clase les pasaba una prueba de conocimiento. Comprobado que casi todos tenían un conocimiento parecido, hicieron informes falsos para los profesores en los que afirmaban que algunos eran muy superiores, que despuntarían y que serían los que más se desarrollarían ese año.

Un año más tarde, al repetir las pruebas se dieron cuenta de que los alumnos de los informes falsos sacaron mucha más nota que el resto del grupo ¿A qué se debió?

Básicamente hay cuatro factores que hicieron que esto pasara:

1. Clima: Los profesores tienden a crear un clima más cálido para aquellos niños con los que tienen expectativas más favorables. Es más agradable para ellos tanto en términos de lo que dicen como en los canales de comunicación no verbal.
2. Explicaciones más extensas: maestros enseñan más material a los niños para los que tienen expectativas más favorables, después de todo, si crees que el niño es tonto y no puede aprender no te esforzarás en intentar enseñarle mucho.
3. Oportunidad de aprender: los niños tienen más oportunidades de responder si los maestros esperan más de ellos. Los llaman con más frecuencia y les dan más posibilidades de entender.
4. Retroalimentación: Si se espera más de un niño es elogiado de manera más positiva por obtener una buena respuesta y si la respuesta incorrecta tiene una explicación más larga y más holgada.

La bonita historia de Thomas Edison.

Cuenta la biografía de Edison que un día, Thomas Alva Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota. Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas mientras leía en voz alta “Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted”.

Muchos años después la madre de Edison falleció, cuando él ya era uno de los más grandes inventores del siglo. Un día mirando entre algunas cosas viejas de la familia vio la carta y decidió leerla. En ella estaba escrito: “Su hijo está mentalmente enfermo, es lento de entendimiento y no podemos permitirle que venga más a la escuela.”

Edison lloró por horas, entonces él escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió el genio del siglo". Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad*?.*

En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo! Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto que creció y murió siéndolo.

Es una historia que a todos nos gustaría que fuese cierta, pero no es real o al menos no del todo. Edison sí era disléxico lo que le causaba que en la escuela lo trataran diferente, tanto que después de ver los castigos físicos que recibía su madre decidió dejar de llevarlo a la escuela. El ímpetu de su madre por enseñarle cosas a otro ritmo e importantes libros que sus profesores no valoraban para generarle una pasión por aprender puede que sea una parte de su éxito.

Tu entorno es clave no solo en tu niñez, sino también tu vida adulta. El problema con estas historias es que cambian la realidad y permiten que otras personas no se esfuercen gracias a que consiguen escusas como: "Es que mi madre no hizo eso" o "Es que mis padres no han creído en mí".

Entonces es tan fácil como decir a todo el mundo que es listo.

Ojalá pero no. De hecho como decía Carol Dweck, En los años 90, motivados por estas teorías, se empezó a decir a todo el mundo lo increíbles, brillantes e inteligentes que eran, para darles un chute de motivación, pero terminó siendo un desastre.

La mayoría de personas aceptaban la mediocridad al conseguir lo que buscamos todos: la reafirmación de que somos especiales e inteligentes. No tenía sentido arriesgarse a hacer algo y por el camino parecer tontos.

En el fondo descubrieron que cuando le decimos a alguien que es inteligente le estamos poniendo en un pedestal, le estamos añadiendo presión a todo lo que hacen y en el momento que no son capaces de realizar un reto rápidamente lo abandonan para no parecer inútiles.

Todavía recuerdo hace ya más de 15 años que escribía, con 17 años recién cumplidos, en un blog personal. A la gramática ni se le esperaba y la cohesión estaba de parranda, pero me encantaba. No tenía nada que perder, nadie me conocía, ni tenía miedo a fracasar.

Unos años más tarde me fue imposible retomar el hábito, hasta el mes pasado. Tenía un miedo tremendo a no hacerlo bien y que la gente que veía valor en mí ya no lo viera.

Si esto no fuera poco, la percepción de la inteligencia en la sociedad actual no puede ser más lejos de la realidad, algunas personas siguen pensando que todo el mundo tienen como una cantidad de inteligencia asignada. Que si algo no eres capaz de hacerlo rápido, lo mejor es que lo dejes dado que no eres lo "suficientemente inteligente" y esto provoca que:

• Evites hacer cualquier reto.
• Pierdas el interés.
• Dejes de intentar salir de tu zona de confort.

Aunque esto no es algo de ahora. Ya lo decía Confucio*: "Aquel que dice que puede lograrlo y aquel que dice que no puede lograrlo, generalmente ambos tienen razón". Si pensamos que no podemos hacer algo es muy probable que no lo logremos.

*Filosofo chino que vivió del 551 a.C. al 479 a. C.

A mí me encanta el caso de Eric Thomas, un youtuber que vivió en la calle. En su familia nadie había ido a la universidad y decía: "Todo lo que necesitas es habilidad media pero una voluntad grande". De hecho, él cuenta la historia de que tardó en sacarse el título universitario 3 años más de que debería, pero le daba igual, al final era el mismo certificado. Hace ya más de 4 años subió uno de los videos que más recuerdo que decía: "Lo he conseguido, mi objetivo era conseguir que mi hijo fuera a la universidad, romper el círculo de mi familia donde nadie había ido a la universidad porque no se creían capaces"

Por lo tanto la clave está en el modelo mental, no en decirle al niño o al adulto lo que no es. Es enseñarle que en el momento en el que está hoy no es importante, que si lucha puede mejorar. Es en nuestro día a día hacer pequeños retos como por ejemplo el que hizo Edison con su padre, en el que Edison recibía 10 centavos por cada libro que leía. Se trata de crear un sistema para poder llegar a un fin como comentaba en mi primer artículo.

¿Podemos realmente desarrollar nuestras habilidades cognitivas?

La perspectiva que tienen muchos de la inteligencia es irreal, la inteligencia no solo se basa en nuestros genes, el cerebro es un músculo más que podemos entrenar. De hecho gracias a la neuroplasticidad del cerebro podemos volvernos más inteligentes. Nuestro cerebro puede evolucionar en 3 aspectos:

1. Puedes conseguir que tu cerebro crezca, literalmente.
2. Antes de que existieran los GPS, escanearon los cerebros de los taxistas de Londres y se dieron cuenta de que a más años pasaban más grande se volvía la parte del cerebro que se cree responsable de navegación espacial.
3. Mejorar la velocidad al hacer determinadas tareas.
4. Cuanto más repites algo, en tus células cerebrales generas una sustancia llamada "Myelin". Esta sustancia es como un aislante en un cable eléctrico. Permite que tu cerebro sea capaz de optimizar las repuestas eléctricas lo que hace es que cada vez te sea más rápido poder conectar esas neuronas y realizar la acción.
5. Hacer tareas más complejas.
6. Cuando aprendes a tocar la guitarra, se iluminan partes de tu cerebro que tienen que ver con los dedos de tu mano, pero lo sorprendente es que cuanto más lo haces, otras partes como las de la palma de la mano se iluminan cada vez más permitiéndote tocar la guitarra mejor y más rápido.

La historia de Gunpei Yokoi

Gunpei Yokoi fue un japonés, que al no darle la nota para entrar en la universidad de electrónica tuvo que conformarse y trabajar de mantenimiento en una empresa que hacía juegos de cartas.

Esa compañía, fundada en el siglo XIX, se llamaba Nintendo. En esa época Nintendo estaba la borde de la bancarrota.

Un día el presidente de la compañía vio a Yokoi jugando con un artilugio que había hecho con piezas del taller, dado que no tenía trabajo que hacer.

Era un brazo extensible que servía para coger cosas lejanas de una forma fácil. El presidente, desesperado y viendo el interés que generó en la fábrica, decidió lanzarlo al mercado. Y fue el primer éxito de muchos de Yokoi.

Si has leído el post anterior sabes que Yokoi fue uno de los que ayudó a que hoy Nintendo sea la empresa que es. Que gracias a su teoría, que todavía sigue vigente, no solo ha sobrevivido la empresa, sino que es una de las más rentables en la industria de los videojuegos.

Todo esto está bien pero ¿Por dónde empezar?

Primero debes comprender que el talento y la inteligencia no es un regalo, no es algo innato con lo que naces, sino que tienes que trabajarlo.

Lo siguiente es buscar tu primera oportunidad. Yokoi hoy no sería recordado si el presidente de Nintendo no hubiera decidido darle la oportunidad, pero a su vez Nintendo estaría en la bancarrota.

Busca el perfecto entorno en el que crecer, en que tú puedas alinear tus aspiraciones personales a las de la empresa. Como a mí me gusta decir dado que no tengo grandes sumas de dinero para invertir, invierto con mi trabajo. Para terminar te dejo una pregunta:

¿Crees que es mejor ser especialista en algo o generalista? Cogeré las respuestas en comentarios y argumentaré por qué uno es mejor que el otro en mi siguiente artículo. 🙂