A desigualdades políticas, respuestas políticas: hacia un sector CTIM donde nadie se quede afuera
Empecemos por los números: según la UNESCO, en las empresas vinculadas al desarrollo de ciencia y tecnología de nivel mundial, las mujeres representamos solo el 28%, y para 2050, el 75% de los trabajos estará relacionado con las áreas CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esto significa que, si continúa la actual tasa de crecimiento, la paridad de género no se va a lograr antes del año 2100: por eso es urgente desarrollar políticas públicas y articulaciones con el sector privado que nos permitan reducir el tiempo en el que logremos este objetivo que nos compete a todas, todos y todes.
Las nuevas tecnologías representan una oportunidad para construir un mercado laboral que no reproduzca las desigualdades de género. Por eso, construir un rol activo del Estado en el camino de hacer del sector CTIM un universo diverso e inclusivo, donde podamos desarrollarnos en igualdad de condiciones y oportunidades, es un compromiso asumido con las mujeres y diversidades de nuestro país; y es por esto que tenemos que llevar adelante políticas que apunten a la generación de más empleos de calidad en este sector, una industria pujante e importantísima para la recuperación económica, sin perder de vista que un objetivo central de estas políticas tiene que ser que a iguales trabajos, las mujeres y disidencias reciban iguales salarios.
Nuestro rumbo tiene que ser el de trabajar para revertir la brecha desde temprana edad. Para esto, visibilizar a las mujeres y diversidades que hoy son una excepción en la industria es clave para construir referencias que inspiren y alienten a las nuevas generaciones a formar parte: no se puede desear lo que no se conoce. A través de la articulación entre gobiernos nacionales e internacionales, sociedad civil y empresas, nuestro Centro de Géneros en Tecnología, o Centro G+T, es un espacio de estrategia donde se trabaja para desandar los estereotipos de género que nos excluyen de los espacios de crecimiento en estas áreas.
La alianza entre mujeres del sector CTIM es la llave para poner nuestros esfuerzos, nuestra creatividad y nuestras ideas innovadoras al servicio de reducir la brecha de género. Garantizar espacios de diálogo donde las voces de la diversidad puedan problematizar el presente y pensar el futuro del mundo de la tecnología, es clave para construir una industria CTIM donde podamos desarrollarnos y hacer crecer la industria con nuevas perspectivas y horizontes.
Esto es una respuesta a una demanda concreta de generar mayores instancias de representación de mujeres y disidencias, porque la desigualdad no es natural, es política: visibilizar es el primer paso para transformar, pero a las palabras hay que acompañarlas con acciones concretas.
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Tengo dos buenos ejemplos para destacar de nuestro trabajo en el Centro G+T, donde confluyen los esfuerzos del Estado nacional junto con empresas del sector tecnológico y organizaciones de la sociedad civil.
El primero es la iniciativa que impulsamos desde el Centro junto a WhatsApp y la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA: lanzamos un programa que llamamos Viernes de WhatsApp. Se trata de una serie de talleres gratuitos enfocados en capacitar a emprendedoras mujeres y de la comunidad LGBTQI+ para que puedan aumentar las habilidades digitales en sus MIPyMES a través de WhatsApp Business, la versión de la aplicación de mensajería especialmente diseñada para pequeños negocios. Más de 50 millones de pequeñas y medianas empresas en el mundo utilizan WhatsApp Business para mejorar la comunicación con sus clientes y profesionalizar su marca. Globalmente, más de 175 millones de personas envían mensajes a una cuenta de WhatsApp Business. Por eso Viernes de WhatsApp es una herramienta central para contribuir a reducir la brecha de géneros en las pequeñas y medianas empresas, así formamos a mujeres y LGBTQI+ para crear su cuenta, construir un Plan de Acción, crear un perfil, cómo usar mensajes automáticos, vincular cuentas y enlazar Facebook Ads con WhatsApp.
Y el segundo es un programa, que articulamos con la empresa Amazon Web Services (AWS) y con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que tiene por objetivo desarrollar una serie de iniciativas para estudiantes avanzadas, graduadas y docentes de la universidad para aprender qué es y para qué sirve la nube, y cómo gestionarla. Los cursos ayudan a las educadoras a mantenerse a la vanguardia de la innovación en la nube de AWS para que puedan ayudar a sus estudiantes a desarrollar las habilidades que necesitan para insertarse en una de las industrias de más rápido crecimiento: Información general sobre los conceptos de la nube, Economía de la nube, Información general sobre la infraestructura de AWS, Servicios principales de AWS, Informática, Almacenamiento, Amazon Virtual Private Cloud, Bases de datos, Elastic Load Balancing, Amazon CloudWatch y Auto, Seguridad en la nube de AWS, Arquitectura en la nube, Facturación y soporte en la nube. Y se trabajaron casos de uso reales sobre empresas como Netflix y Fortnite, de los que se analizaron sus claves de éxito. El curso además otorgó un certificado oficial de AWS Cloud Practitioner, fundamental para la salida laboral, con instructores e instructoras acreditados por la empresa.
Estas dos iniciativas son dos muestras de que transformar la realidad de muchas mujeres y disidencias es posible, con compromiso, trabajo, articulación, estrategia, inversión y las prioridades claras. Es, como dije antes, no solo una necesidad sino también un compromiso asumido como mujeres que ocupamos lugares de decisión.