Desmintiendo el Mito: El Talento es la Clave del Exito
"El trabajo duro supera al talento cuando el talento no trabaja duro." - Tim Notke, un entrenador de baloncesto de secundaria. Esta poderosa verdad no solo se aplica al deporte, sino a todos los ámbitos de la vida, incluido el emprendimiento.
Hablemos primero de aquellos con un talento innato. Imagínense a alguien que, desde joven, mostraba habilidades excepcionales en algo. Suena bien, ¿no? Pero, ¿qué pasa cuando ese talento no se nutre con esfuerzo y desafíos? Se estanca. Se queda, como quien dice, "en el molde".
Y aquí entra en juego la belleza del esfuerzo. La consistencia, el entrenamiento mental y físico. La verdad es que el emprendimiento no se trata solo de talento. Se trata de trabajo duro, de caer y levantarse, de aprender de cada error.
Pensemos en un maratonista. No llega a la meta solo por tener buenas piernas. Llega porque se entrenó, porque superó días de lluvia y de cansancio. Porque cuando su cuerpo decía "basta", su mente decía "un paso más". Así es el emprendedor: un maratonista en el mundo de los negocios.
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El trabajo duro tiene una magia que el talento solo no puede alcanzar. Es como un buen asado: requiere paciencia, dedicación y el fuego justo. El talento puede iniciar la chispa, pero sin la madera del esfuerzo, nunca se convertirá en una llama que ilumine el camino del éxito.
Al acercarnos al final de este post, les invito a reflexionar. ¿Están poniendo todo en la parrilla del emprendimiento? ¿O están esperando que el talento haga todo el trabajo? Recuerden: el talento sin esfuerzo es como un mate sin yerba, no tiene sabor.
En el próximo post, vamos a seguir desarmando "secretos" del emprendimiento. Pero, mientras tanto, les dejo una pregunta para que respondan en los comentarios.
¿Qué habilidad creen que es más importante para un emprendedor?