¡Despierta! Deja de estar en el automático...
¿Llevas toda una vida entrenándote para desconectarte? Y bien, por supuesto que esa voz interior de inmediato te dirá, “Claro qué no”. Lamentablemente los resultados de las investigaciones científicas son contundentes. Más del 95 % de la población del mundo no vive, sobrevive, pues se ha venido entrenando inconscientemente para desconectarse.
¿Y como es esto? Simple, es tal la cantidad de estímulos visuales, auditivos y kinestésicos con los que materialmente somos avasallados todos los días, que poco a poco nos estamos desconectando, puro instinto de supervivencia. Si a eso le adicionas los teléfonos inteligentes (ellos cada día más y nosotros cada día menos), las computadoras portátiles, las tablets, los ipods en los cuales nos refugiamos y evadimos en todo momento. Los miles de anuncios en las calles y carreteras. El ruido ensordecedor de las ciudades, los tumultos en las calles. La violencia en el cine, radio y televisión, esa que poco a poco invade nuestros barrios, comunidades, pueblos y ciudades. La inmediatez con la que se propagan las noticias de todo el mundo en segundos. Las redes sociales que se han convertido en nuestra diaria compañía, miles de amigos virtuales que nunca has tenido frente a frente, la fuente de información, noticias, remedios y catarsis. Tal pareciera que hemos construido un mundo que nos rebaso, se salió de nuestras manos, y no hay manera de habitarlo, sin estar todo el tiempo rondando en el espacio de la angustia y ansiedad. Mismas que son resultado de nuestra obsesión y que sin duda generan más del 90 % del estrés.
Los niveles de estrés con los que vivimos nos enferman y queman. Los miles de personas que recurren todos los días a los ansiolíticos y antidepresivos van en aumento. ¿Acaso esta es la manera de vivir nuestra vida? ¿Estamos atrapados y no hay salida?
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