Directorios: a esta hora se improvisa
Columna publicada en El Mercurio Inversiones
La cultura de la improvisación se hace evidente en cómo los directorios están tratando de cumplir con la nueva norma de gobierno corporativo.
“A esta hora se improvisa” era el nombre del más relevante programa de discusión política y social de la televisión chilena. Pionero en el formato de conversación en vivo, fue llevado al aire por canal 13, entre el año 1969 y septiembre de 1973. Utilizo este nombre para llamar a la reflexión sobre lo que nos pasa como país, donde vemos improvisación desmedida al momento de tomar decisiones de alto impacto, sea este social o económico, sea a nivel político, de gobierno, o en la gestión de las más importantes empresas.
Y estamos en presencia, nuevamente, de un caso de desconsideración respecto al interés del regulador por mejorar la calidad de las prácticas de Gobierno Corporativo en las principales compañías del país. Lo que vemos respecto a la respuesta del cuestionario de la Norma de Carácter General Nº 385, de la Superintendencia de Valores y Seguros, es una patética demostración que, en esta materia, la mayoría de las empresas obligadas a responder no han tomado el peso de lo que significa esta evaluación y siguen improvisando al momento de tomar decisiones críticas.
Una gran mayoría de las empresas aún no inicia el proceso de respuesta del cuestionario de la norma 385, que vence el 31 de marzo de 2016, pero que se refiere a las prácticas vigentes al 31 de diciembre de 2015. Pareciera que no se dieron cuenta que este cuestionario debió haber sido completado (o al menos empezado a completarse) el último cuatrimestre del 2015, porque lo que se evaluaba eran las prácticas vigentes ese año
Lo más difícil de comprender es que, al igual que lo hicieron con la derogada norma 341, le están pidiendo a sus asesores y abogados externos, a última hora, que les ayuden a responder el cuestionario. Es obvio que no es materia de abogados externos. Se trata de tener procesos anclados a la gestión.
No hay duda que en materias claves de gestión, como son la administración de riesgos, el control de los procesos críticos de sus compañías, el seguimiento a debilidades de control interno, detectadas en auditorías internas y externas, y la adecuada planificación, todas materias tratadas a nivel de directorio, ha existido mucho de incompetencia. Durante 2015, quedaron claros los costos que ésta puede acarrear a sus empresas.
Cuando esto ha ocurrido, los directorios explican sus errores con argumentos muy pobres. Algunos han preferido declararse incompetentes, señalando que no sabían lo que hacían sus ejecutivos. Otros, que no dimensionaron los efectos que ocasionarían sus actos en la reputación de sus empresas. Cuando se justifican de esta manera, dan a entender más bien que no cumplieron con su rol de controladores, ni menos actuaron diligentemente, con el debido cuidado que les exige ese rol. Se fallaron a ellos mismos, y por adherencia, a sus stakeholders.
Por eso sorprende aún más, que teniendo la oportunidad de mejorar la gestión de sus gobiernos corporativos, al aplicar la Norma 385, algunos directores la critiquen, quejándose por lo que consideran una regulación exagerada, al referirse a dicha norma. Sorprende que pese a la evidencia concreta, de que se debe trabajar más para mejorar la gestión en los más tradicionales directorios en Chile, esas voces salgan justamente de personas que representan a directorios de empresas que cotizan en Bolsa, que son transadas por AFP’s, donde la confianza y los recursos de millones de chilenas y chilenos se depositan.
No es razonable que esas compañías, que cuentan con recursos más que suficientes, critiquen que estas regulaciones les van a encarecer la gestión, al solicitarles controles más rigurosos, una mejor administración de riesgos y asesorarse con expertos. La pregunta debería ser, ¿cuál es el costo de no invertir en dotar de las mejores prácticas a sus empresas?
Chile es un país OECD y como tal debe estar a la altura. Y este tipo de regulación sólo está obligando a las empresas a transitar hacia mejores estándares. Las prácticas que la norma 385 sugiere implementar en Chile, hace años que se establecieron en los países que nos sirven de modelo, como son Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Canadá, entre otros. Allá los fondos de pensiones no pueden invertir en una empresa, si su gobierno corporativo no ha sido previamente auditado por empresas independientes. Hablamos de una auditoría a la calidad de gobernanza de la empresa, que es distinta a la auditoría de estados financieros. Lo mismo deben hacer los Bancos cuando dan crédito a empresas para proyectos de envergadura.
La legislación en Chile está muy lejos de eso, pero hacia allá avanza. No obstante, frente a la norma 385, los directorios parecen más preocupados de cumplir con el mínimo, “quedar bien” con la autoridad, pero no “hacer bien la pega”.
No se están dando cuenta que atraviesan un cambio de paradigmas sobre lo que las autoridades y la sociedad están exigiendo a su rol. Tienen que entender que cada vez existirá menos espacio para la improvisación. Esa cultura, al igual que el programa de TV, está condenada a su fin.
Consultoría en Gestión Empresarial
8 añosLa SVS recibirá la información pero no fiscalizará la veracidad de la misma. Al igual que la anterior circular, todos cumplirán o están en vías de implementar soluciones.
Consultoría en Gestión Empresarial
8 añosSe acorta el tiempo para enviar la información a la SVS, aunque se refiere a lo de Diciembre 2015 (ya es pasado). Las empresas no han entendido que tener un adecuado Gobierno Corporativo más que sentirse fiscalizadas es un tema de ayuda a la Gestión.
Key Account Manager
8 añosUn abrazo gran amigo
Jefe División Formación y Transferencia en Instituto Nacional de Normalización INN
8 añosDesde lo directivo a lo operativo, basta con ver la iniciación de jornada 0836 no 0830, basta con ver los servicios de atención al cliente y las respuestas de esos servicios...poca atención en los incentivos, estructuras Tayloristas y por cierto el no ser responsable y interiorizarse mediante fuentes externas y no propias de lo que se hace y no se hace.
Muchas empresas no utilizan las herramientas administrativas y los los procesos de gestión solo son publicidad, en la practica no se aplican a los desafíos reales de la organización perdiendo la oportunidad de una mejora continua.