Documentar
Luego del cierre de un ciclo, un glorioso cierre que nos consagró en pasiones, festejos y emociones. Se nos abre un mar de posibilidades y conquistas para este 2023.
Durante los últimos meses del año 2022, más allá del resumen anual de lo adquirido, lo que no logró concretarse, las lecciones valiosas, las películas y canciones escuchadas. El emblema fue documentar. Documentar los viajes logrados, los rituales o hábitos que pude sostener, los espacios o personas que solté y los vínculos con mi creatividad.
El taller de realización audiovisual que dictaron en el Centro Cultural El Taller en Buenos Aires, fue una invitación al encuentro con la capacidad de adaptación, la dinámica de equipo, me mostró la ferviente pasión de enseñar y compartir las herramientas adquiridas.
Durante el taller tuvimos que documentar las formas de compartir un arte. La importancia de encontrar un espacio que organice y de estructura a tanta creatividad. Y las enseñanzas del paso por la virtualidad. Esa que se nos presentó, casi como algo impuesto, con un modo de conexión sin fronteras y la apertura a abanicos de posibilidades. Dejando en claro ciertas resistencias que se presentan en el juego de la adaptación.
Si querés ver el resultado final del trabajo en equipo y sobre todo del profesor y orquestador del equipo dejo el link :
Una manera de documentar para mí se traduce en un armado de perfil. Registrar a través de diversas herramientas que nos permitan mostrar el trabajo que estamos realizando día a día. Es así como decidí poner en orden y armar mi porfolio, investigar en los conocimientos que fui incorporando y aquellos que me gustaría experimentar.
Se introducía bastante en mi cabeza como una flecha de un héroe mitológico: ¿Quién soy? No sé si poseo la capacidad de filosofar y poner en palabras lo que me dispara esa pregunta. Aunque logré obtener un buen resultado del proceso de confección del perfil. Descubrí que estoy en continuo movimiento y es bastante exigente que mis capacidades entren en la descripción de una bio, sin embargo los bordes que hoy elijo para definirme son el modo que encuentro hacer visible una parte mía.
Unas preguntas:
¿En qué tengo ganas de explorar mis habilidades?
¿Desde donde me gustaría abordar las circunstancias o los desafíos?
¿En qué espacios me gustaría trabajar? ¿Qué promesa de valor puedo ofrecer?
Si las respuestas a estas preguntas no surgen o resultan abrumadoras, podemos empezar con un registro diario de las cosas a las que le das valor.
Recomendado por LinkedIn
Un indicador que resultó novedoso fue, más allá de describir un rol y tareas cumplidas. Buscar distinguir aquello con lo que nos quedamos como experiencia dentro de nuestro desarrollo personal. Por ejemplo:
“... Oportunidad de conformar redes de trabajo nutricias para el desarrollo interpersonal. Una base sólida de contención y apoyo que atravesó más allá del ámbito laboral.”
Espacios para explorar:
Ahora dejo algunas páginas en donde armar propuestas acordes a nuestro perfil de este momento, existen propuestas de todo tipo y valor, lo bueno es que en la multiplicidad de posibilidades podemos encontrar riqueza.
Un mercado robusto de freelancing y crowdsourcing.
Espacio donde encontrarse con servicios freelance que bordan escenarios desde Artes gráficas y diseño, Marketing digital, Escritura y traducción, Video y animación, Música y audio, Programación y tecnología, Negocios hasta Estilo de vida.
Una plataforma de trabajo freelance y remoto, que buscan transformar el mundo del trabajo promoviendo la autonomía, el desarrollo de talento y la igualdad de oportunidades para todos, desde donde sea.
La comunidad Latinoamericana de trabajadores remotos. Compartimos oportunidades a distancia de programación, diseño, marketing y ventas. Buscan combinar el amor por los viajes con la actividad laboral.
Entonces, ¿A que le das valor? ¿A los títulos? ¿A la edad? ¿A una imagen? Si no transmitís algo, carece de razón. Me imagino que el éxito reside en que lo que hagamos tenga sentido.