Dopamina y motivación
Perspectivas desde la Educación, el Trabajo y el Entretenimiento Digital
¿Por qué es tan fácil pasar horas en videojuegos o redes sociales, pero tan difícil dedicar ese tiempo a estudiar o trabajar en un negocio personal? Las actividades como estudiar, hacer ejercicio o emprender ofrecen mayores beneficios a largo plazo, pero requieren un esfuerzo inicial que muchas personas encuentran difícil. Sin embargo, ¿por qué a algunos les resulta más sencillo enfrentarse a estas tareas desafiantes? ¿Hay formas de hacerlas más atractivas?
Introducción
La dopamina es un neurotransmisor clave en el sistema de recompensa del cerebro, responsable de regular la motivación, el aprendizaje y el comportamiento. Su impacto va más allá de los aspectos biológicos porque influye en ámbitos como la educación, el trabajo y el entretenimiento. Este ensayo analiza cómo la dopamina afecta nuestras prioridades y patrones de conducta, explorando tanto sus implicaciones positivas como los desafíos asociados con su desregulación en el organismo. Mediante una revisión de literatura científica, se busca comprender mejor cómo aprovechar este sistema para promover el bienestar personal y profesional.
El sistema de recompensas y la dopamina
Investigaciones realizadas en modelos animales indican que, en el sistema nervioso de los mamíferos, la dopamina colabora con otros neurotransmisores para afectar procesos tales como la motivación, el aprendizaje y el estado emocional, los cuales son cruciales para el aprendizaje, la toma de decisiones y el comportamiento (Franken et al., 2005).
Dopamina y adicciones.
Si bien los investigadores preclínicos coinciden en general en que la dopamina desempeña un papel importante en el desarrollo y la persistencia de la adicción, la naturaleza exacta de este papel sigue sin estar clara. Se han realizado pocos estudios clínicos que dejan bien sentado el papel de la dopamina en la adicción humana (Kishida et al., 2015).
Videojuegos y adicciones conductuales
La hipótesis predominante en neurociencia postula que ciertas actividades, realizadas de manera repetitiva y compulsiva, como interactuar con las redes sociales o jugar videojuegos, activan el sistema de recompensa del cerebro generando picos de dopamina. Este efecto, sin embargo, no es exclusivo de los videojuegos o las redes sociales; cualquier tipo de actividad gratificante, como comer un alimento delicioso, la realización diaria de una sesión de ejercicio breve (Basso, et al., 2017) o recibir un elogio, también puede desencadenar una liberación de dopamina, ya que esta es la respuesta natural del cerebro ante estímulos placenteros.
En la cultura popular se cree, más con bases anecdóticas y percepciones que con evidencia científica, que los videojuegos propician el ocio y fomentan la desidia --principalmente--entre los jóvenes desviando su atención de aquellas actividades que son consideradas más productivas o son socialmente valoradas. Los videojuegos menos apreciados por el colectivo, y que las personas tienden a vincular al fomento de la agresividad y la alienación social, son los First-Person Shooter (FPS), Action Shooter y los violentos FPS entre muchos otros sub-géneros del mundo de los videojuegos.
Esta relación ha sido desbancada en diversos estudios utilizando técnicas no invasivas de imágenes (Ferguson & Rueda, 2019). En un estudio reciente se analizó la relación entre los videojuegos violentos y la agresión sin que la conexión fuese concluyente o significativa entre el tiempo dedicado a jugar videojuegos violentos y el aumento de comportamientos agresivos en adolescentes.
Todos los estudios–usando técnicas no invasivas de imágenes cerebrales–sugieren que los juegos no son necesariamente un mal (Gusnard & Raichle, 2015), además de servir como entretenimiento, los videojuegos están siendo utilizados en terapias de conducta, reentrenamiento del sistema de recompensas, entrenamiento para mejorar habilidades mentales, físicas, políticas, sociales e incluso creativas (ver por ejemplo, Montani et al., 2014 ; Sil et al., 2014 ; Alhabash y Wise, 2015 ; Bloom, 2015 ; Bock et al., 2015 ; Chang et al., 2015 ; Yeh, 2015 ; González et al., 2016 ; Nebel et al., 2016 ).
La potencial repercusión de los sistemas de recompensa en los videojuegos sobre el sistema de recompensa cerebral representa un área de investigación activa. Es necesario aclarar si estas características motivan a los individuos a involucrarse en los videojuegos o si son el resultado de dicha implicación (Kühn et al., 2023).
La dopamina en la educación
En la actualidad, en las escuelas –y contextos formativos alrededor del mundo–se utilizan diferentes modelos educativos que se enfocan en la motivación del estudiante, buscando activar su sistema de recompensa y aumentar la dopamina mediante experiencias de aprendizaje atractivas.
Están los modelos de aprendizaje basados en proyectos o TPL, por sus siglas del inglés; el aprendizaje basado en competencias (generalmente utilizado para capacitaciones); Flipped Classroom (Aula Invertida, últimamente enfocada en el estudio a distancia), el modelo Aprendizaje Experiencial, el modelo Waldorf y los métodos educativos que utilizan gamificación (Gamificación en la Educación) como el Refuerzo Positivo, Refuerzo Social, Enseñanza Basada en la Motivación y el método de aprendizaje basado en el juego, donde se integran elementos propios de los juegos en el entorno educativo, tales como recompensas, puntos, insignias, niveles y competencia, todo diseñado para motivar a los estudiantes a participar activamente en su aprendizaje. Muchas actividades tienen dinámicas que se asemejan a las dinámicas de los videojuegos para hacer el aprendizaje más divertido y motivador en busca de aumentar el compromiso y la interacción entre los estudiantes delimitando la dosificación de actividades con una definición clara de los objetivos académicos.
Estos enfoques enfatizan la idea de que los estudiantes aprenderán mejor y estarán más motivados al reforzar sus logros y comportamientos positivos, en lugar de centrarse únicamente en las consecuencias negativas.
La dopamina en el trabajo
En el ámbito laboral, las empresas emplean sistemas de gestión basados en metodologías ágiles (Kanban, Scrum), establecimiento de metas claras y estrategias de gamificación en busca de fomentar la motivación y el compromiso. Estas herramientas, ya sea que se utilicen en sistemas computarizados o en una modesta pizarra, permiten visualizar tareas, medir avances y proporcionar reconocimiento inmediato por logros alcanzados, reforzando el comportamiento positivo a través del estímulo por los logros alcanzados.
La clave para mantener el interés está en establecer objetivos a corto plazo, o dividir en metas más pequeñas aquellos que son a más largo plazo y disfrutar del avance.
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Diseño de productos enfocados al sistema de recompensa
Las redes sociales, los videojuegos y hasta un simple capuchino tienen en común un objetivo fundamental: captar la atención del usuario y mantener su participación de manera continua. Puesto el objetivo en eso, los fabricantes y diseñadores utilizan una amalgama de diferentes mecanismos interdisciplinarios para alcanzarlo, los más sobresalientes en el diseño de productos son: Design Thinking, Design Research, y gamificación.
Design Thinking es un enfoque centrado en el ser humano que permite comprender profundamente las necesidades de los usuarios, mientras que el Design Research se enfoca en obtener datos reales sobre sus comportamientos y expectativas. Juntos, estos enfoques ayudan a crear productos más relevantes y atractivos para los consumidores. Una vez que un producto es lanzado, la retroalimentación continua de los usuarios permite iterar y mejorar la experiencia.
Aunque el producto no sea un juego, el papel de la gamificación es la incorporación de elementos de los videojuegos tales como los incentivos, logros y retroalimentación instantánea, creando un ciclo de expectativa y recompensa. Los videojuegos, usan dificultades progresivas con recompensas imprevistas para mantener al jugador interesado, también en las redes sociales que, utilizando notificaciones aleatorias, capturan la atención de sus usuarios explotando el comportamiento social de los humanos.
Estas estrategias no solo buscan mantener la atención, sino también explotar mecanismos neuropsicológicos que inducen a la repetición de comportamientos sin caer en la adicción, siempre que el diseño sea ético y respetuoso con el bienestar del usuario.
Al integrar Design Thinking, Design Research y gamificación, las organizaciones diseñan experiencias altamente motivadoras y adaptadas a las necesidades y deseos del usuario, creando ciclos de mejora continua que se alimentan tanto del comportamiento humano como de la retroalimentación constante.
En este punto del desarrollo humano, los videojuegos han trascendido su papel meramente recreativo, influyendo en diversas áreas del desarrollo humano. A través de tecnologías como la realidad virtual y la gamificación, están transformando campos como la educación, la salud y el entrenamiento profesional. Se emplean en el aprendizaje interactivo, la rehabilitación física y el desarrollo de habilidades cognitivas. Estos avances demuestran su capacidad para fomentar la resolución de problemas y mejorar la toma de decisiones rápidas, valiosas en disciplinas como la ingeniería y la gestión empresarial.
A pesar de las preocupaciones sobre los efectos negativos, como la adicción, estudios recientes indican que solo una pequeña fracción de los jugadores exhibe comportamientos problemáticos. En general, los videojuegos contribuyen al desarrollo de habilidades cognitivas y sociales, mejorando la colaboración y la creatividad (Przybylski, et al. 2017).
Tolerancia a la dopamina.
Cuando el cerebro está expuesto a estímulos frecuentes e intensos, el sistema de recompensa se adapta, sin embargo, esto ocurre con cualquier tipo de actividad que genere gratificación inclusive una sesión de ejercicio físico diario (Basso, et al., 2017), lo que puede variar de un individuo a otro.
Muchos estudios han demostrado que la exposición constante a gratificación inmediata puede hacer que ciertas actividades pierdan atractivo (Patterson et al., 2017), por lo qué muchas personas prefieren actividades que proporcionan gratificación instantánea, dificultando el enfoque en objetivos y a largo plazo (Kuss y Griffiths, 2017).
Modificaciones en la conducta
Esta “tolerancia” a la dopamina que se produce como resultado de la constante exposición a estímulos intensos, por ejemplo como las redes sociales, videojuegos o ciertos deportes y actividades físicas, puede revertirse al implementar “estructura” con pequeños ajustes en la rutina estableciendo límites del tiempo que se le dedica a ciertas actividades ya sea basandonos en unos objetivos o creando rutinas que motiven progresos graduales.
Reflexione sobre cómo le afectan las actividades –positiva o negativamente–y busque apoyo si lo necesita. Pequeños cambios pueden generar grandes mejoras.
Cuando la dopamina falla
Las investigaciones indican que el cuerpo humano siempre produce cierto nivel de dopamina, aunque ciertas afecciones pueden provocar una disminución significativa de la dopamina funcional. Entre estas afecciones se incluyen la enfermedad de Parkinson, ciertos trastornos del sistema nervioso, trastornos psiquiátricos y el abuso prolongado de sustancias (drogas o alcohol).
Conclusión
La dopamina desempeña un papel esencial en cómo priorizamos nuestras actividades y mantenemos la motivación. Sin embargo, con una exposición continua a estímulos altamente gratificantes se corre el riesgo de alterar el sistema de recompensa del cerebro y puede llevarnos a una búsqueda compulsiva de sensaciones placenteras llevandonos a enfrentar dificultades con la concentración y posiblemente conducirnos a conductas impulsivas (Olds & Milner, 1954).
Si nuestro objetivo es lograr un crecimiento personal y profesional, es importante aprender a gestionar nuestro sistema de recompensas, descomponiendo los grandes objetivos a largo plazo en objetivos más pequeños a corto o mediano plazo. La importancia que le otorguemos a cada éxito por estos objetivos alcanzados reconfigura la forma en que nuestro cerebro maneja la recompensa y nos ayudará a mejorar la productividad.
Metodología
Para este estudio, se realizó una revisión bibliográfica sistemática centrada en publicaciones científicas, artículos revisados por pares y textos académicos relevantes al tema. Las fuentes fueron seleccionadas a partir de bases de datos reconocidas como PubMed, Scopus y Google Scholar, utilizando palabras clave específicas relacionadas con el problema planteado. La validez de cada fuente fue evaluada en función de su rigor metodológico y relevancia temática. Las citas incluidas reflejan los hallazgos más recientes y sólidos en la literatura, proporcionando un marco teórico robusto para el análisis
Referencias