Dos enseñanzas de mi padre
A pesar de que mi padre murió cuando tenía yo once años de edad, alcancé a recibir de él varias enseñanzas que marcaron positiva y profundamente mi vida. En esta ocasión comparto dos de ellas, con el único afán de que pudieran resultar útiles para otros padres de familia.
En el tiempo en que inicié mis estudios de la escuela primaria, después del primer mes de clases nos entregaron, por primera vez en nuestras vidas, boletas de calificaciones. Conforme mis compañeritos las iban recibiendo, iban reaccionando de acuerdo con los resultados: algunos estallaban en llanto porque habían reprobado algo y ya sabían el castigo que les esperaba en casa; otros, en cambio, al ver buenos resultados brincaban de alegría porque sabían del premio que por ello recibirían de sus padres.
Al recibir mi boleta tenía una materia reprobada, y a diferencia de mis compañeritos de clase, me di cuenta de que yo no tenía la menor idea de las consecuencias que esto me traería en casa. Imaginé que sería algo similar a mis compañeritos que lloraban porque sabían que les tocarían cinturonazos, bicicleta castigada o algún otro tipo de tormento infantil que se acostumbraba en aquella época, así que intenté preparar una buena explicación de mi falla antes de entregar la boleta a mi padre.
Llegado el momento, durante una sobremesa de la comida aproveché el relajamiento propio del inicio de la digestión, y que mi padre disfrutaba de su acostumbrado cigarro, para entregarle mis calificaciones, buscando explicarle mi materia reprobada antes de que siquiera lo leyera. No me dejó terminar mi rollo, tampoco abrió la boleta, y ocurrió un diálogo como el siguiente:
Papá – Párale, párale… A ver hijo ¿para qué crees que estudias?
Arturito – Pues… para aprender cosas.
Papá – ¿Y para qué crees que te sirve aprender cosas?
Arturito – Pues… para ser algo de grande.
Papá – Muy bien. Y eso a quién beneficiará ¿a ti o a mí?
Arturito – Pues a mí.
Papá – Muy bien, pues entonces TU escuela es TU responsabilidad y para TU beneficio. Como padre cumpliré con enviarte a la escuela, si así lo deseas, de aquí a que seas mayor de edad, y aprovecharla o desaprovecharla es TU problema y decisión. Así que yo siempre firmaré tu boleta sin ver ni comentar tus calificaciones.
Y así lo hizo hasta el final de sus días, aunque no sin antes regalarme otra importante enseñanza al respecto. Al haberme transferido la responsabilidad de mi aprovechamiento escolar, dejé de preocuparme por calificaciones, y estudiaba más por gusto que por obligación. Nunca más volví a reprobar una materia.
Recuerdo que estando en el cuarto año de la escuela primaria, en la entrega de calificaciones de final de año escolar, un compañerito estaba muy emocionado porque sus padres le habían prometido comprarle la bicicleta de sus sueños si lograba al menos ocho de calificación en todas sus materias, y pues lo había logrado. Como yo tenía puros dieces pensé entonces que seguramente podría negociar un muy buen regalo con mi papá, y llegando a casa lo intenté, contándole lo que recibiría mi compañerito por mucho menos de lo que yo había logrado, y me dijo algo como lo siguiente:
“Mira hijo, si fueras un retrasado mental o tuvieras síndrome de Down, sin duda te haría una fiesta y te llenaría de regalos por semejante logro. Pero eres un niño sano y muy inteligente, y no gracias a ti, sino gracias a que tienes los genes de tus padres que son muy inteligentes también, así que esos dieces que obtuviste son lo menos que se esperaría de ti, no veo mérito alguno, y de seguir así de todos modos la vida te lo premiará con creces, sin duda alguna.”
Y así ha sido, a mis 50 años de edad agradezco profundamente estas dos enseñanzas de mi padre, fundamentales en mi vida, que me han permitido cosechar grandes éxitos y satisfacciones. Si te parecieron útiles, compártelas. Gracias.
Investment Banking & Trading
4 añosSaludos Arturo 🙌🏻🙏🏻🙌🏻
Asset Allocation Portfolio Associate at Profuturo
4 añosSiempre es muy grato leer sus publicaciones profesor Erdely. Buenas enseñanzas, un saludo.
CEO Mondo Nuovo
4 añosGracias por compartir
Business Director Canvasww Mx
4 añosBuenas enseñanzas Doc. Abrazo
Director Ejecutivo de Seguros y Reaseguro
4 añosPadrísima reflexión, Arturo, gracias por compartir. Un abrazo.