Dr. Mario Sebastiani - El ritual de la política es presionar
El ritual de la política es presionar
Lo matutinos manifiestan con cierta preocupación o sorpresa la posibilidad de que el Presidente Fernández vaya a presionar a los diputados y senadores para que se pueda, de una vez por todas, despenalizar y legalizar el aborto. A pocos centímetros también existen crónicas breves sobre la determinación de la Iglesia Católica y de los Evangelistas en la preparación de distintas estrategias para que no se pueda lograr esta ley. Todos presionan. ¿La presión sobre los legisladores convierte en legítima la democracia o la envilece? ¿Cual seria el sentido de una democracia si las cosas fuera bien claras en cuanto a que el negro es negro y el blanco es blanco? La vida se trata de grises menos para los iluminados y los que siguen a rajatabla los manuales de la moral escritos por pecadores. Pero la vida está hecha de valores y de intereses muchas veces contrapuestos. Estos iluminados, además, siguen a rajatabla sus propios valores siempre y cuando la vida se los permita; de hecho hemos visto a más de uno torcer sus ideas por necesidad o conveniencia. En cuanto a la ley que está elaborando el poder ejecutivo para el aborto, considero fundamental la presión por parte del Presidente Fernández sobre los legisladores. Un error a todas luces fue la postura insípida del ex presidente sobre la libertad de conciencia hacia los legisladores. Pretendió mostrarse como un demócrata y lo único que logró es el desprecio de una gran parte de las mujeres y de la sociedad. Remató esta instancia legislativa en contra de la despenalización y la continuidad de la clandestinidad con un grito ¡victoria de la democracia! Luego de verde pasó a celeste y luego, como un camaleón, quiso cambiar de color según la ocasión, cual reza la cumbia.
Por ello sugiero que el Presidente actual no se equivoque ni se deje influenciar por moralistas o principistas. Es fundamental que asuma un protagonismo esencial en este tema. No hace falta que mencione la necesidad de la despenalización del aborto sobre la base de la salud pública. Este slogan, por demás cierto, que lo deje en la voz y el verbo del Ministro González García quién siempre ha dado luz sobre este tema con un gran compromiso. La prédica de un estadista en la justificación de esta ley debe estar en la EQUIDAD y DIGNIDAD de las mujeres. Y digo de todas las mujeres puesto que en un futuro todas serán dignas independientemente que interrumpan o no un embarazo. Todas tendrán la libertad de hacerlo o no hacerlo pero con dignidad y seguridad. Hoy en cambio todas las que deciden interrumpir lo hacen en la clandestinidad y en la inseguridad. Las pobres además, dejan su vida y en orfandad a los hijos que ya tienen. Presidente, así como presionan a los legisladores para la emergencia económica, para los blanqueos, y para tantos otros temas álgidos de la sociedad, necesitamos de su palabra, presencia y actitud frente a este tema. No dude que lo estaremos acompañando.